lunes, 9 de abril de 2012

Los cerezos del Valle del Zamarrilla.

El arroyo Zamarrilla, o La Zamarrilla como dicen por allí, que pasa cerca de Publica de Valverde.
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Grupo de árboles cerezos junto a una ladera.
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Paseando por caminos cerca del pueblo, durante estos días, se pueden ver muchos cerezos en flor.
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Al finalizar el paseo por una de las calles del pueblo, nos encontramos con unos árboles floridos.
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También vemos árboles en una finca, cerca de una casa en cuyo patio se conserva un antiguo horno.
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Al atardecer, casi en penumbra, un viejo cerezo, junto a otros más jovenes.
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Estos días soleados de la primavera son apropiados para recorrer y visitar algunos rincones o parajes que nos ofrece la naturaleza, ya sean montañas, montes o sierras, lagos, ríos y también arroyos, con sus valles como los que hay por estas tierras del norte de Zamora. Y más si además podemos contemplar gran cantidad de árboles cargados de flores.

Esto ocurre en el valle del Zamarrilla, o La Zamarrilla, como lo llaman por allí, un pequeño arroyo que surge en la dehesa Pozos, al pie de la sierra de las Cavernas, y que tras pasar por Pueblica deja sus aguas, cuando dispone de ellas, en el Castrón, también arroyo, pero más extenso e importante, que recorre todo el Valle de Valverde.

Pueblica es la única localidad por la que pasa y la única que se beneficia del mismo: agua, frescor en verano, vegetación del entorno y otros beneficios. Que Pueblica es un pueblo lo dice la misma palabra procedente del latín populum, lo mismo que Puebla, Pobladura, pobo, poblado y población. Y si se la aplica el topónimo de Valverde es por la cercanía con dicho valle, en donde hay varios pueblos. Pero lo suyo debería ser Pueblica del Zamarrilla o de La Zamarrilla, pues este es el nombre de su arroyo.

All llegar la primavera, o mejor dicho cuando ésta se encuentra en pleno vigor, los campos de Pueblica, sean llanos o en ladera, cercanos al valle o más alejados, se visten de flores blancas, por la gran cantidad de cerezos que hay en ellos. Y según cuentan los mayores de edad esto ha sido siempre así, al menos desde hace muchos años. Y dicen que algo tendrá que ver con ello la situación del pueblo, del valle y de este pequeño arroyo, que comienza su andadura hacia el oeste y que en su recorrido recibe aguas de algunos otros manantiales, además de las procedentes de las lluvias. Lo rodean además montes y montículos que contribuyen a crear una situación atmosférica propicia y favorable para el cultivo de este árbol, y no otro, el cerezo, que los vecinos de Pueblica respetan y cuidan con esmero.

Se cuentan por miles los árboles que se pueden ver por todo el campo, sobre todo en laderas y al resguardo de heladas y vientos fríos. Y están agrupados y ordenados en tierras, limpias de hierbas y otras malezas. Saben bien los de Pueblica que su fruto, le cereza, variado y sabroso, es ya muy conocido por su origen, no solamente en esta comarca y provincia, sino también en otras. Y son muchas ya las personas que saben que las cerezas de Pueblica son de calidad, aunque no tengan denominación de origen.

Hay árboles que tienen muchos años, algunos de ellos centenarios, junto a otros más jóvenes y que están empezando a producir el fruto, lo cual es buena señal para su pervivencia. Todos ellos reciben los cuidados necesarios: que si arar la tierra para que las hierbas y maleza desaparezcan, que si la poda, que si el abono y los insecticidas para combatir las enfermedades, que si la recolección llegado el momento, etc. Todo esto hace que sus propietarios pasen muchas horas en el campo junto a sus cerezos.

Y luego la venta de las cerezas en los mercados de las ciudades próximas: Benavente, La Bañeza, Zamora, León, etc. También llegan a otros lugares más alejados por medio de compradores que se acercan al pueblo en las fechas de la recolección.

Las cerezas de Pueblica, o si queremos del valle del Zamarrilla, o La Zamarrilla, tienen ya bastante fama, aunque no tanta como las del Jerte, el Bierzo, la Alberca, etc. Y son degustadas por muchas personas. Pero sus árboles floridos no tienen tanta, ni son tan visitados en primavera, durante la floración, como los de esos otros lugares. Esto lo deben saber los amantes de la naturaleza, de los campos sembrados, y de los árboles con flores: Que los cerezos del valle del Zamarrilla merecen una visita estos días soleados, cuando la primavera está en pleno vigor.