jueves, 28 de febrero de 2013

Benavente recuerda a Fernando II de León.



El rey Fernando II de León, que subió al trono en el año 1157, murió en Benavente en  1188, aunque fue enterrado en la catedral de Santiago de Compostela, y allí se encuentra su sepultura.
Con su hijo Alfonso IX son los dos reyes  que tuvo el Reino de León antes de su unión definitiva con Castilla, llevada a cabo por Fernando III el Santo.
Se caracterizó por su intensa labor repobladora, tanto en tierras fronterizas como en el interior del Reino. A él se debe también la repoblación de Benavente y la organización de su consejo municipal. En esta ciudad le gustaba pasar los cortos períodos de tiempo que sus ocupaciones guerreras y repobladoras le permitían.
Benavente sigue recordando a su rey en los documentos que se conservan en el archivo histórico del Ayuntamiento de la ciudad, como son la Carta Puebla de 1167 y el Privilegio que amplía el alfoz en 1181. El estudio de estos documentos puede leerse en el libro Privilegios Reales de la Villa de Benavente (siglos XII-XIV), que fue publicado por el CEB “Ledo del Pozo” en 1996.

Carta Puebla de Benavente, 1167.
Sello rodado del rey en la Carta Puebla.
Privilegio del Alfoz, 1181.
Sello rodado en el Privilegio del Alfoz.
 En el año 1988 se conmemoró el octavo centenario de su muerte con varias conferencias sobre el rey y su época, organizadas por la desaparecida Asociación Cultural “Motolinía”. Este mismo año, el Grupo Filatélico de Benavente solicitó de la Dirección de Correos un matasello conmemorativo y editó un sobre para difundir su imagen y la celebración. 

Sobre con matasellos conmemorativo.VIII Centenario muerte de Fernando II.
Pero también se recuerda a Fernando II, en la actualidad, en edificios o lugares que tienen su nombre y que están a él dedicados: Parador de Turismo, Colegio de Educación Infantil y Primaria, edificio de viviendas, y desde el año 2004, una pequeña y corta calle. Por cierto que, tanto la calle, como el edificio, se encuentran muy cerca del colegio.

Relieve en la fachada del Parador de Turismo de Benavente. Sello del rey.
Leyenda anuncio del Parador de Turismo.
Cuadro en el salón del artesonado del Parador de Benavente.
El cuadro anterior, denominado Curia de Fernando II, fue realizado por D. José Carlos Guerra en el año 1972, y con motivo de la inauguración del Parador Nacional de Turismo Fernando II en Benavente. Representa el "Concilium" o Curia que tuvo lugar en la ciudad en 1181, en relación con las donaciones regias. (Fotografía  de Mayjes, tomada de Flickr.com).

Colegio Fernando II, en la Calle Santa Clara.
Entrada al Colegio
Puerta de entrada al edifico que se encuentra cerca del Colegio
Pequeña calle dedicada a Fernando II de León en Benavente.
Existe en la ciudad un grupo de Coros y Danzas denominado Fernando II. Y, por supuesto,  la Asociación de Padres de Alumnos del Colegio citado, lleva también su nombre.
Parece ser que todavía no ha llegado la hora de erigir una escultura o un monumento a su figura, como lo tienen otras ciudades y pueblos también fundados y repoblados por él, como es el caso de Ciudad Rodrigo. Pero nunca es tarde para poder hacerlo en el futuro. El personaje se lo merece. 
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Las imágenes siguientes no se encuenran en la ciudad de Benavente. Corresponden a 1.-su tumba en la Catedral de Santiago de Compostela y 2.-una miniatura que hay en el Tumbo A del archivo de la misma Catedral. Además 3.-una pintura y 4.-un dibujo que sobre el rey aparecen en algunas publicaciones, y 5.-el monumento dedicado al rey en Ciudad Rodrigo (Salamanca).

Parte del sepulcro atribuido tradicionalmente a Fernando II, en Santiago.
El rey sobre caballo. Miniatura Tumbo A Catedral Santiago.
Fernando II, según H.de Avila. Foto Museo del Prado.
Dibujo J. M. Avrial. R.Academia B.Artes S. Fernando. Madrid.
Monumento Fernando II. Ciudad Rodrigo.(Escultura y arte.com)


domingo, 24 de febrero de 2013

Callejero de Benavente: Plaza de San Martín.



Vista general de la Plaza desde una de las calles adyacentes.
La Plaza desde la calle San Martín.

En el lugar así llamado existió antiguamente una iglesia dedicada a este santo. Plaza e iglesia se encontraban no lejos de la antigua cerca de la Villa, y del barrio judío. De hecho una calle próxima se denomina, en la actualidad, calle de la Sinoga. Tampoco está lejos el espacio que ocupaba el antiguo convento de Sancti Spiritus, o de las Dominicas.
Hasta hace no muchos años se celebraban mercados semanales en la plaza, sobre todo de verduras, frutas, cerámica, etc.  Pero antes, y según me cuenta Juan Ramos, era plaza del ganado equino: caballos mulas y asnos. Y en algunas fechas, sobre todo por la feria de la Asunción, era tal la cantidad de ganado que se traía, que muchos de ellos se ellos se llevaban a la plaza de la madera, ocupando también parte de ella.
Juan Ramos es un jubilado de Benavente que durante toda su vida ejerció de hortelano, lo mismo que hizo su padre. Además vivió siempre en la plaza, muy cerca de los mercados y de quienes mercadeaban en ella. Por lo que puedo comprobar conoce y recuerda  mejor que nadie, y con todo detalle, lo que se hacía y cómo y quiénes eran sus vecinos.
 Era esta una época en la que los edificios que la rodeaban eran pequeñas viviendas unifamiliares, con portalones y patios al servicio de quienes las habitaban, casi todo como he dicho anteriormente, hortelanos o vendedores de otros productos.
Por las imágenes fotográficas  que adjuntamos, de la década de 1960, algunas de ellas hechas por D. Martino, veterinario titular de Benavente durante muchos años, y que vivía muy cerca de esta plaza, vemos cómo se celebraba el mercado y aspectos concretos relacionados con las personas y casas existentes en aquella época. 

Pellizas, abrigos, mantones, gorras. Un mercado en la época invernal, 1960.
Ropa tendida en una casa. Día de mercado, 1960.
Sacos de patatas, pimientos, y otras verduras...
Clientas comprando, en los puestos del mercado.
La construcción de nuevas viviendas, sustituyendo a las antiguas, y la urbanización y nuevo trazado, han hecho que la plaza haya perdido su sabor antiguo y tradicional, como ha ocurrido con otras de la ciudad. A ello hay que añadir el paso, y aparcamiento, de coches, que anula, desfigura y no deja de ser un impedimento para aquellos que diariamente pasan o pasean por el lugar.
Todavía se conservan algunas casas de planta baja con su portalón, ahora para coches y no carros, como ocurría antiguamente. Las imágenes antiguas y recientes sirven para recordarnos el pasado y el presente de este espacio.

Una de las amplias aceras con que cuenta la Plaza.
Por otra parte, la plaza es muy conocida, pues por ella pasaba y sigue pasando el toro enmaromado cuando se celebra su fiesta. Y es que en el centro de la plaza, hasta hace no mucho tiempo hubo una argolla en la que sujetaban al toro para su descanso y recuperación de fuerzas. Si salía de la plaza con energía era buena señal para hacer el resto del recorrido. “Ha llegado a san Martín”, “ya está por san Martín”,  eran expresiones relacionadas con el toro, muy usadas por las personas. Y eso a pesar de que aún le quedaba mucho para el final y bastante distancia hasta llegar a la siguiente argolla.

La argolla para el toro se encontraba en medio de la Plaza.
El toro en la argolla. Al fondo casa con tronera, ya desaparecida.

Paso del toro por la Plaza. Fiesta y casas, año 1963.
Se puede acceder a la plaza desde las calles San Martín, San Antón Viejo, Dominicas y Travesía de San Martín.
Apenas hubo en la plaza establecimientos comerciales u otros servicios, excepto algún comercio de ultramarinos. Ahora hay un Velatorio o Funeraria, un bar- restaurante, un autoservicio, una peluquería y hasta una oficina relacionada con asuntos bancarios.
En una parte de la plaza existe un espacio, como si fuera una amplia acera con varios bancos y otro mobiliario urbano, en donde, cuando el tiempo lo permite, sobre todo durante el verano. se reúnen en tertulia los vecinos o quienes lo deseen. 

A la derecha espacio con jardineras y bancos, para uso de los ciudadanos.

viernes, 22 de febrero de 2013

Artesanías en la Feria de Febrero, en Valencia de D. Juan.



El río Esla y el nuevo puente. La Feria a la derecha de la imagen.
Durante este fin de semana se está  celebrado en Valencia de D. Juan, la Feria de Febrero, multisectorial. Lo sorprendente y que llama la atención a todos es que  se trata de la 93 edición, lo que quiere decir que tuvo sus comienzos  en el año 1920. Desconozco lo que ha ocurrido durante los años de su celebración. Pero me da la impresión de que, a pesar de los problemas y dificultades con las que se hayan enfrentado sus organizadores, todo ha ido a mejor, tanto en relación con los expositores, como el lugar de su instalación, que, en la actualidad, se hace en un bello paraje como es la ribera del rio Esla, debidamente acondicionada desde el punto de vista medioambiental.  Y además muy cerca de la ciudad y del castillo, y con los accesos apropiados.
 En más de 120 stands, los visitantes podían informarse, y ver en la explanada, las más modernas máquinas y demás útiles necesarios para realizar los diversos trabajos relacionados con la agricultura y la ganadería. En otros se mostraban productos del campo, concretamente los procedentes o elaborados en pueblos de la comarca de Valencia de D. Juan.
Más de 120 stands y muchas máquinas agricolas en la explanada.

También, pudimos ver, algunos artesanos  de diversos lugares de España: Navarra, Zamora, Pontevedra, etc., que se acercaron a la Feria para mostrar sus trabajos: en madera, con arena, hierro, etc.

Objetos en madera de olivo.
Cerámica de Pereruela.
Artesanía realizada con arena.
Piezas de madera, hierro y cuero, de otro artesano.
Los organizadores no se olvidaron de que en las ferias, de tipo que sean, no se puede olvidar la cultura y el recuerdo del pasado. De ahí que en el edificio para usos culturales que hay en dicho lugar denominado Mirador del la Condesa, los visitantes pudieron ver una amplia exposición de fotografía antiguas “Una Mirada al Pasado”, y otra de indumentaria tradicional leonesa.



Varios paneles con fotografías antiguas.
La mayor parte retratos.
Y algunas escenas o momentos de la vida en el pasado.
 Pero también una muestra muy interesante de miniaturas de todas o casi todas las máquinas para la agricultura o ganadería que estaban expuestas, a tamaño natural, en la explanada. Cosa curiosa y llamativa y muy del agrado de los visitantes, gran parte de los cuales son o proceden de mundo agrario.  Y es que además de las pequeñas máquinas arando, cosechando, recogiendo la alfalfa, aricando, etc.,  se mostraban algunas granjas: de ovejas, vacas, etc., del modo más parecido a lo real.

Sobre una gran mesa las miniaturas de máquinas y escenas agrícolas.
Máquina ejerciendo su trabajo
Tractor en plena faena.
Fue mucho el público que visitó esta exposición.
Quienes vigilaban las pequeñas máquinas y demás, eran varios jóvenes, tal vez hijos de agricultores, o al menos conocedores y admiradores del mundo rural, que parece ser eran los que habían reunido o coleccionado todas estas miniaturas, para exponerlas en la Feria de Febrero.
La Feria de Febrero de Valencia de D. Juan destaca por su antigüedad y tiene importancia no sólo por la exposición de maquinaria agrícola y ganadera, sino también por los demás actos institucionales y culturales que, en torno a ella se celebran. Lo saben muy bien las numerosas personas que durante los días de su celebración acuden a visitarla, procedentes  de la comarca o comarcas próximas, y de otros lugares de la provincia de León y de provincias limítrofes.  


martes, 19 de febrero de 2013

Calles de Benavente: Costanilla y Travesía de Santo Domingo.



                                Hacia el centro de la foto (1935) el Convento de Sto. Domingo.

Costanilla y Travesía son las otras dos calles de la ciudad de Benavente que nos recuerdan el antiguo Convento de los Dominicos, tanto en lo que se refiere a su edificio, como a la importante documentación aportada a la historia de la ciudad y a la propia Orden de Predicadores.
1.- Costanilla de Sto. Domingo.
La palabra costanilla es, en algunas poblaciones, “una calle corta de mayor declive que las próximas”. Este término fue muy utilizado en Benavente por las características orográficas en las que está emplazada la ciudad, o al menos  gran parte del casco histórico de la misma. En un altozano desde el que se divisan las vegas de los ríos Esla y Órbigo.
El  término se mantuvo hasta 1975, en que lo cambiaron, dando el nombre de calles, a aquellas que se denominaban costanillas.   
Desde el año 2004 de nuevo vuelve a utilizarse el nombre de costanilla, porque describe mejor una situación física y está más de acuerdo con la tradición en la ciudad. Concretamente esta Costanilla se denominaba antes calle Santo Domingo.
Como ocurre con algunas otras en pendiente o cuesta, pasar o pasear no resulta difícil y menos aún si es cuesta abajo, pues es de poca extensión, aunque destaca por su estrechez.

La costanilla desde la parte alta, cerca de la calle Sto. Domimgo.

Se conserva algunas casas viejas que permiten ver los materiales y el tipo de construcción. Pero son ya más las remodeladas o nuevas y no de una sola sino de más plantas. Por ella no pasan coches, aunque se ven algunos, aparcados en aquellos lugares en los que la anchura de la calle lo permite.

La costanilla desde la parte baja, en la calle Canapé.
Hacia arriba. Al fondo la sede de la UNED.

Quien pase por la calle comprobará que es esta una zona en las que más declives o pendientes tiene la ciudad, lo mismo que las calles desde las que se accede a ella: Canapé, Salamanca, La Luna, y también desde la mismas Calle y Travesía Sto. Domingo.  


2.- Travesía de Santo Domingo.

Travesía es una “callejuela que atraviesa entre calles principales”. Y no suele ser muy extensa. Así ocurre con la denominada Travesía de Sto. Domingo de Benavente. Todo el que quiera ir o pasar desde la calle Palencia hasta la calle Salamanca, o viceversa, puede hacerlo por esta travesía. Por supuesto que también pasara o atravesará por la Costanilla de Sto. Domingo.

Fotografía de la Travesía desde la calle Palencia.

Es esta una de las varias zonas antiguas que tenía la Villa, que estaría llena de pequeñas plazas, mazos, calles, callejuelas, etc., zona no distante de la iglesia de Santa María y del convento de Sto. Domingo. Y no lejos tampoco de las desaparecidas iglesias de San Juan del Reloj y San Julián que también había allá por el siglo XV.  

Nuevos edificios de viviendas y algún bar en la Travesía.

Por lo demás en la Travesía, aparte de algún bar y discotecas, no hay comercio, aunque sí garajes en algunos de los edificios recientemente construídos .



Esta foto forma parte de una panorámica general publicada en el año 1927 en el semanario Pueblo de Benavente, comentada ya en el Blog Semana Santa El Arca de las Sietes Llaves, por J. C. de la Mata.
En la parte alta a la derecha se ve los muros del convento de Sto. Domingo, que llegaba hasta la actual Ronda Madrid.  La gran altura de los muros que lo rodeaban, e incluso el mismo edificio, destacan sobre las abundantes y pequeñas casas del entorno. Aún se aprecian en la imagen los restos de su torre-campanario, ya desmochada, que en nada se parece a la de la iglesia de Sta. María del Azogue que se ve al lado, aunque en la lejanía, y que parece confundirse con los edificios conventuales. Se ven árboles dentro del patio del convento, que serían, tal vez, los de su amplia huerta monástica. En la parte inferior de la foto la iglesia de Sta. María de Renueva y el convento de San Bernardo con restos de la antigua cerca de la Villa. 
Las calles, que el nuevo callejero dedica a Santo Domingo: Calle, Mazo, Costanilla y Travesía se encuentran dentro, o muy cerca, del espacio ocupado por el antiguo Convento.