viernes, 5 de abril de 2013

Calles de Benavente: Cuesta del Río.


Imagen antigua. A la derecha la Cuesta del Río.


La Cuesta vista desde la parte baja.


La palabra cuesta aplicada a una calle es antigua y tradicional, en esta ciudad. De hecho existen algunas de ellas con este nombre desde ya hace mucho  tiempo: Cuesta del Hospital, Cuesta del Portillo de san Andrés, etc.  Y es que en una ciudad como Benavente situada en lugar elevado o mota, existen lugares en pendiente, más o menos elevada.  De ahí el acierto con  esta denominación para algunas de las calles. Lo mismo ocurre con la palabra costanilla, una pendiente más corta, también utilizada en algunos casos. Con el nuevo callejero del año 2004 simplificaron dicho nombre dejando solamente cuesta y no ‘calle cuesta’ como decían con anterioridad. 
Ocurre además que casi todas las calles con estos nombres, cuesta o costanilla, partían o estaban cerca de algunas de las puertas del cerco o muralla de la antigua villa, como podemos ver en el plano: Puerta de santa Cruz, del Sepulcro, de san Antón, de san Andrés, de la Puente y del Río. Esta última estaría situada en la parte alta de la calle o cuesta, exactamente donde confluye con la calles denominadas actualmente Aguadores y Sinoga. .
Plano con las puertas antiguas. La del Río arriba, a la izquierda.
Y a la palabra cuesta se añade, del río. Pero ¿de qué río? se preguntarán algunos, más los forasteros que los benaventanos. Y es que por la ciudad no pasa ninguno de los varios ríos que riegan la comarca, aunque el Órbigo y el Esla están muy cerca. El que sí pasa muy cerca es el Caño de los Molinos, al que todos llaman río, y también Ría de D. Felipe, o Canal de la Sorribas. Se trata de un cauce o canal, ya muy antiguo, que partiendo del río Órbigo, cerca de Manganeses de la Polvorosa, se utilizaba para llevar el agua a los molinos que existíeron ya desde la época medieval, y que algunos de ellos son hoy industrias harineras. El cauce, canal, o caño, ( o río) lógicamente, ha sufrido cambios a lo largo de los siglos. También han cambiado los dueños de las industrias.
El Caño de los Molinos, que es su nombre más popular y tradicional, ha sido y seguirá siendo denominado río de Benavente, con toda razón, pues ejerce como tal, a pesar del abandono y olvido en que se encuentra, a lo largo de su recorrido. Y la calle seguirá siendo denominada por todos Cuesta del Río.
Si bajamos por ella veremos que solamente en su acera derecha cuenta con edificios de viviendas y algunos servicios, porque a la izquierda se encuentra el aparcamiento subterráneo de La Mota, construido sobre los que, hasta no hace muchos años era la Mota vieja y hoy se denomina Paseo de Soledad González. Lo que no desapareció o cambió con la construccion del aparcamiento siguen siendo cuestos, cargados de arboleda y vegetación. 

Comienzo de la Cuesta del Río, en la plaza de Juan Carlos I.


Aparcamiento construido en el lugar denominado Mota vieja.

Se advierte una pequeña curva al bajar por la Cuesta del Río.

Vista desde abajo. A la derecha cuestos de la Mota.
Hacia la mitad de la Cuesta del Río, y concretamente en el lugar en donde hay un cubo de basura,  estaba el antiguo fielato, lugar de vigilancia y cobro de un impuestos a los que entraban en la villa o ciudad por este lugar, para acudirt a los mercados. Era una pequeña caseta en la que estaba el vigilante y cobrador, como se ve en la fotografía.
La pequeña caseta-Fielato. Al fondo cuestos y  Casa Solita.

Este era el lugar en el que estaba el antiguo Fielato.
Bajando por la  Cuesta del Río dejamos a la derecha las siguientes calles, y logicamente podemos acceder a las calles:  Aguadores, Sinoga, de la Estación y a la que según me cuentan algunos, era conocida como calle del Ferrocarril. Sin embargo, por la izquierda tenemos solamente el aparcamiento subterráneo y los cuestos de la Mota vieja con abundantes árboles y vegetación.
 La Cuesta del Río termina en la Carretera de la Estación, que circunvala una parte de la ciudad, por lo que es mucho el tráfico de vehículos por ella.