domingo, 12 de mayo de 2013

Romería a la Virgen de la Vega en Cimanes, desde Benavente.





La cofradía Virgen de la Vega de Benavente, de reciente creación, pues tan sólo hace unos meses que existe, ha realizado ya algunas actividades que han resultado del agrado de sus asociados y también de muchos otros vecinos de la ciudad. Uno de esos actos fue la ofrenda floral que se celebró el día de la fiesta de la Veguilla y ayer sábado organizaron una peregrinación al santuario de  Cimanes, santuario que alberga a la Virgen de la Vega, patrona no sólo de Benavente, sino también de  otros ocho pueblos de la comarca.
Esta peregrinación se realizó siempre a dicho santuario, hasta que se tomó la decisión de celebrar la fiesta de otra forma y en la misma ciudad. Han hecho bien los de la cofradía en recuperar este acto respetando así la tradición romera y peregrina, cargada de simbolismo y de recuerdos para todos los benaventanos. Y es que, además, se celebra en primavera, en el mes de mayo, y todo el recorrido transcurre por un paraje difícil de olvidar para quien lo haya hecho: campos verdes sembrados, caminos con arcenes cargados flores de los más variados colores, en muchos momentos a la sombra de árboles, sobre todo chopos, y siempre por la vega del Esla, y no lejos del mismo río. Además los pueblos por los que se pasa también tienen algo que ofrecer a los peregrinos, bien se trate de las iglesias o incluso de casas, algunas todavía de adobe o tapial en las que viven.
Los peregrinos salen a las 8 horas de la plaza de Sata María. A las afueras de la ciudad cogen el antiguo camino de peregrinación al Santuario, que lleva a San Cristóbal de Entreviñas. Aquí son recibidos por su párroco D. Leonardo, amante y defensor como nadie de fiestas religiosas y tradiciones.  Les enseña la iglesia, su artesonado y el retablo con las imágenes más destacadas, entre ellas san Cristóbal. Antes de continuar viaje cantan la Salve a la Virgen de la Trinidad. A la salida de la iglesia toman un pequeño refrigerio: pastas, agua y caramelos que arrojados por D. Leonardo, caen a los pies de los peregrinos.

La Veguilla sobre las andas.
Plaza de Santa María. Momentos antes del comienzo de la romería.(F. Valbuena)
Los peregrinos con la imagen de la Veguilla inician la marcha.(F.Valbuena)



Al llegar a San Cristóbal les recibe el párroco en la iglesia.(F.Valbuena)
Y a la salida él mismo les endulza el peregrinaje con caramelos...(F.Valbuena)
Para todos los participantes.(F.B.V.)
Caminando por una calle de San Cristóbal de Enteviñas.(F.B. Valbuena)
Desde San Cristóbal y en breve tiempo llegan a Santa Colomba de las Carabias. Aquí pasan por el centro del pueblo, concretamente por la calle en la que se encuentra la fuente, manantial con agua de calidad, que está sirviendo a muchos vecinos de los pueblos próximos, y también de Benavente. Pasan también por la plaza del pueblo. No lejos está su iglesia que, en otra ocasión y como un descanso más, habrá que visitar. Merece la pena por su antigüedad y su arte, sobre todo el retablo y artesonado. 

Los romeros-peregrinos llegan a Santa Colomba de las Carabias.

Pasan por la plaza del pueblo...
Siempre acompañados de la Veguilla sobre las andas.

Un romero haciendo el camino.
En San Miguel del Esla, a poco más de un kilómetro de Santa Colomba de las Carabias vemos también, al pasar, sus casas, algunas de barro y con capacho, y su pequeña iglesia, más parecida a una ermita, pero con importante espadaña. Tan sólo viven unas 20 personas en el pueblo.
Pero menos todavía viven en Lordemanos el primer pueblo, ya de la provincia de León, al que luego nos acercamos. Son tres o cuatro familias las que dedican gran parte de su tiempo a la agricultura y ganadería. También el pueblo dispone de fuente al servicio de todos. Y, a las afueras del pueblo, su pequeño cementerio, con la iglesia al lado, llaman la atención a quienes se acercan por allí.

Entre el verdor de los chopos y las flores del camino...
Se acercan al pequeño pueblo de Lordemanos....
Y pasan junto a algunas antiguas casas de adobe y tapial...
Durante el recorrido no dejan de cantar, con pandereta y castañuelas.
Participan en la romería jóvenes, niños, y también personas mayores.
De Lordemanos siguen el camino que les lleva a Bariones de la Vega.
Por fin llegamos a Bariones, de la Vega como muchas otras localidades. Es el pueblo más próximo al santuario de la Virgen. Los peregrinos de Benavente siguen rezando y cantando, con acompañamiento de panderetas y castañuelas. En algunos momentos son cánticos religiosos marianos. La Virgen Veguilla que portan sobre las andas, obra del ebanista y artista Avelino, recientemente fallecido, llama la atención y causa admiración a quienes la contemplan. No deja de ser la Veguilla, la pequeña imagen tan querida por los benaventanos, que hoy va a compartir unas horas con la patrona de la comarca.

Los romeros pasan por una calle de Bariones...

No lejos de su iglesia...


Ni de la calle de San Loreznzo.










Hacia las 12, 30 horas los peregrinos, con su Virgen, llegan al santuario. Les reciben otras personas que por diversos motivos no han peregrinado, pero han querido estar presentes en los actos. No faltan de nuevo los rezos, cánticos, ni las fotografías que dejarán constancia de este momento, y de este día en el que la nueva Cofradía Virgen de la Vega de Benavente ha recuperado la antigua tradición de celebrar la romería el día en que a la ciudad de Benavente le corresponde rendir homenaje del voto a la Virgen de la Vega.

Los romeros se acercan ya al Santuario, el final del recorrido.
Al llegar cantan todos la Salve a la Virgen de la Vega.

Y se dirigen al interior del templo mariano.
Con su Virgen Veguilla, en el pórtico del Santuario.
Dentro del templo se dirigen hacia el Presbiterio para colocar las andas.
A las trece horas se celebra la santa misa. El oficiante es D. Leovigildo, párroco de la iglesia de Santa María del Azogue, iglesia a la que está ligada la cofradía. En la homilía habla de la Virgen y sus virtudes, también de la devoción que se le profesa en ermitas y santuarios. Agradece a los organizadores del acto esta iniciativa y les anima a seguir con la peregrinación durante muchos años más.
En el momento del ofertorio unos niños y niñas se acercan al altar llevando, además del pan y vino para el sacrificio, unos ramos de flores para la Virgen de la Vega. 

Un momento de la celebración de la Santa Misa.
Ramos de flores para la Virgen.
Al finalizar la misa se canta el himno  a la Virgen de la Vega, terminando así los actos de la mañana. Por la tarde, a las 18 horas, tras rezar el rosario y la novena en el santuario, los asistentes regresan de nuevo a su lugar de origen.

Al finalizar la misa cantaron el himno de la Virgen de la Vega.
La Virgen de la Vega y la Veguilla en el presbierio

Virgen de la Vega
Virgen de la Veguilla.

Imagen para el recuerdo de gran parte de los que participaron en la romería.