miércoles, 30 de julio de 2014

Iglesia de Santa Colomba de las Carabias: Bien de Interés Cultural.



Vista general de la iglesia.
Parte posterior de la iglesia, totalmente reformada.
Interior de la iglesia.
Hace unos días, concretamente con fecha  22 de julio de 2014, el Bocyl publicaba una resolución de la Consejería de Cultura por la que se declaraba BIC (Bien de Interés Cultural), en la categoría de monumento, a la iglesia de San Juan Bautista de Santa Colomba  de las Carabias, un pueblo al norte de Zamora, en la comarca de los Valles de Benavente.
Este hecho me ha recordado un pasado, casi de treinta años, lleno de solicitudes y ruegos, y también de personas interesadas en ello. Una de ellas su antiguo párroco D. Eufemiano, recientemente fallecido, que puso todo el empeño en conseguir esta declaración, como lo ponía en enseñar la iglesia a todas la personas, grupos y asociaciones, que se acercasen a Santa Colomba interesados en verla. Y a todos les pedía ayuda o colaboración para que un día su iglesia fuese valorada como se merece. Concretamente el Centro Estudios “Ledo del Pozo” también colaboró, en más de una ocasión, informando sobre el valor arquitectónico y artístico del edificio y de su contenido: artesonados, retablos, imágenes y otros objetos o piezas, y solicitando de la Junta la declaración de BIC para esta iglesia.
También lo hizo su Ayuntamiento y muchos vecinos del pueblo que no cesaron en sus peticiones, conscientes de que esta declaración iba a suponer algo positivo para el pueblo, como es de esperar que sea así.
La iglesia, de una sola nave, con crucero y cabecera recta, a la que se adosan la sacristía, el baptisterio y otras dependencias parroquiales, en su exterior ha sufrido cambios a lo largo de los siglos. Del primitivo templo se conserva la torre románica construida en sillería, de tres cuerpos, ligeramente diferenciados por su dimensión decreciente en altura y por la interposición de molduras entre los dos últimos.
Torre románica.
Parte superior de la torre.
Pero destaca mucho más en su interior, sobre todo por la armadura del presbiterio. Es un bello ejemplo de lo que se denomina carpintería de lo blanco, técnicas y estructuras realizadas en madera labrada bien cepillada. Se trata de una armadura de cubierta ochava, de principios del siglo XVI con decoración ataujerada de ruedas de lazo de diez puntas y mocábares. Asimismo el almizate o harneruelo contiene un racimo de mocábares central, circundado por otros ocho menores. Estos mocábares aparecen dorados, en contraposición con el resto de la armadura que se dejó sin policromar.
Armadura sobre el Presbiterio.
 Detalle de la parte central de la armadura.
Junto a la armadura hay que destacar también y ver  sus retablos, que completan la importancia que tiene el monumento, principalmente el mayor o central, de estilo churrigueresco, dorado y policromado. Lo preside en la calle central, sobre el tabernáculo, una imagen de San Juan Bautista, patrón de la parroquia y también del pueblo. A los pies de San Juan un pelícano, ave símbolo de Cristo. Y, a ambos lados, las imágenes de San José con el Niño y San Joaquín con la Virgen Niña.
Retablo mayor con la armadura del presbiterio.
Retablo central o mayor.
Imagen de San Juan Bautista, patrón de la iglesia.

San Joaquín con la Virgen Niña.
San José con el Niño.



















En el crucero hay otros dos retablos de menor tamaño, ambos barrocos,  de  mediados del siglo XVI.  Una de ellos, el de la derecha, destaca por la talla gótica del Cristo de la Luz, detrás  de la cual la pintura de una ciudad. Y en las calles laterales vemos varios relieves con las figuras de papa y cardenal a la derecha y dos obispos a la izquierda.
Retablo del Cristo de la Luz.
Detrás del Cristo, una pintura.
También la predela se adorna con relieves, entre los cuales vemos, además de la figura de Juan Bautista, las de los Evangelistas, y algún otro santo o santa. Y, sobre la puerta del sagrario, un relieve que representa la Resurrección de Cristo.
Predela con relieves de S. Juan y evangelistas.
La otra parte de la predela.
Sagrario con escena de Cristo resucitado.
El retablo del lado izquierdo, también barroco, está presidido por la imagen de la Virgen del Rosario, a la que tienen mucha devoción en el pueblo. Una imagen  de las de vestir, que en esta ocasión la vemos con un manto azul celeste.
A la derecha de la imagen el otro retablo barroco...
...con la imagen de la Virgen del Rosario.
Además de su arquitectura,  artesonado y retablos, la iglesia destaca también por las imágenes, algunas ya comentadas,  y otras piezas u objetos artísticos que la convierten en un pequeño museo.
San Antón.
Imágenes, algunas con bastante antigüedad, que contribuyen y revalorizan esta iglesia: San Juan Bautista, niño. San Antón, cuya fiesta también se celebra en el pueblo. San Antonio de Padua, otro santo de gran devoción popular y San Fernando. Y algún Cristo crucificado, además del que hay en el retablo mayor.
San Juan Bautista niño, con la cruz en su mano.
  
San Antonio de Padua.
San Fernando.
También se puede ver una Santa Faz, relieve o imagen en madera, que D. Eufemiano recuperó y colocó a la vista de todos. Es pieza antigua y no muy común.

Santa Faz.
Tenemos que destacar el capitel prerrománico, de finales del siglo X, descubierto en unas obras realizadas en el entorno de la iglesia hace ya bastante tiempo. En la parte superior del mismo figura un reloj de sol. Importante hallazgo y mejor contribución para el estudio de la historia local.
Capitel prerrománico.
Reloj de sol sobre la pìedra del capitel.
Y una pila bautismal, de una sola pieza, elaborada tal vez por canteros del Valle de Vidriales, y con piedra procedente  de alguna de las antiguas canteras existentes antiguamente en la sierra de Carpurias. 
Pila bautismal.
La iglesia de Santa Colomba de las Carabias cuenta desde este momento con mayor protección y por supuesto que contará más y mejor difusión e información sobre los valores arquitectónicos y artísticos que posee. Seguro que no defraudará a los amantes, amigos y defensores del Patrimonio.


viernes, 25 de julio de 2014

Calles de Benavente: Travesía de la Puerta de Santiago.



Benavente cuenta también con algunas calles dedicadas al apóstol Santiago, además de una iglesia de la que es patrón. Y es que la ciudad se encuentra en la Vía de la Plata, por la que son muchos, y cada año más, los peregrinos que pasan y se dirigen hacia Compostela. Una de esas calles es la denominada Travesía de la Puerta de Santiago.
Al recuperar el callejero tradicional de Benavente, en el año 2004,  y como testimonio del pasado urbano de la ciudad, se recogen en el mismo muchas de las denominaciones que figuraban en el nomenclátor  del año 1860, entre ellas los términos Plazuelas, Corrillos, Costanillas, Rondas, Callejas y Callejuelas, Pasillos, Portillos y Mazos. Y también Travesías como es el caso al que me estoy refiriendo ahora.
El denominar así a esta calle responde, o tiene que ver con la Puerta de Santiago del antiguo castillo de los Condes, que se encontraba muy cerca de este lugar. Por supuesto que en dicha puerta, sobre el arco, existía una escultura – relieve con la imagen de Santiago a caballo, como podemos ver en algunas de las imágenes.
Castillo de Benavente hacia 1890.
Puerta de Santiago. Gomez Moreno, hacia 1900.
Plumilla de R. K. Porter. 1808. Archivo L. del Pozo.
Ruinas del Castillo. Año 1920. A la derecha Puerta de Santiago.
La Travesía es corta y no muy ancha y los edificios que hay en ella actualmente, casi todos son de nueva construcción. Tan sólo hay una vivienda unifamiliar, casa con tronera, y que dispone de puerta trasera para entrada y salida de carros y animales. Seguramente que todavía está habitada por algún hortelano o agricultor.
Travesía vista desde la calle de los Carros.
Vivienda unifamiliar con tronera.
Se puede acceder a la Travesía desde la calle de los Carros, o desde la Plazuela de los Leones. Hacia el medio de la Travesía sale la Ronda de San Bartolomé, nombre apropiado para este lugar, pues en él o muy cerca de él se encontraba la iglesia de San Bartolomé.
Nuevas edificaciones en casi toda la calle.
A la izquierda sale la Ronda de San Bartolomé.
Vista desde Plazuela Leones. Al fondo estaría la Puerta de Santiago.
Desde la altura, en la parte situada hacia el este del Paseo de la Mota y no lejos del lugar en el que estaba la Puerta del Santiago del Castillo, se puede ver toda la Travesía, que llega hasta la Plazuela de los Leones, y también los edificios que hay en ella: Multicines, guardería infantil y algunas casas de planta baja más antiguas.

Zona en el que se encontraría la Puerta de Santiago....
...del antiguo Castillo-Palacio de los Condes de Benavente.

Al fondo de la Travesía la Plazuela de los Leones.

martes, 22 de julio de 2014

Apodos o sobrenombres en Santa Cristina de la Polvorosa.



Vista general aérea de parte del pueblo de Santa Cristina de la Polvorosa.
“Alias” es un latinismo que significa “por otro nombre, de otra manera, conocido por”. Se usa cuando alguien quiere referirse a otra persona aplicándole un apodo o sobrenombre.
Cualquier persona del rango que sea, funcionario, empresario o trabajador, mujer u hombre, puede estar sometido o bajo la dependencia de un alias, apodo o sobrenombre, que en algunos casos será de su agrado y en otros no. A  estos últimos no les queda más remedio que aguantarse con él.
Además hay que decir que el alias, apodo o sobrenombre, se utiliza y se ha utilizado desde siempre,  y en todos los pueblos y ciudades. Hay localidades en las que son más las personas que se nombran así, por su apodo, que por su verdadero nombre.
Lo del sobrenombre no es cosa de ahora, ni los siglos XIX o XX, a los que podría referirme aquí, en relación con este pueblo, sino desde siempre, al menos fue de gran uso en la época romana, (siglos VII a. C. – V d. C.). Ya los romanos, que tenían varios nombres: praenomen, nomen, cognomen y algunos también agnomen, utilizaban sobre todo el cognomen (sobrenombre). Era por el que más y mejor se conocía a cada uno de ellos, sobrenombre que respondía a veces a una cualidad o defecto físico que tenía, por dedicarse a una actividad conocida, o por otros motivos. Tenemos ejemplos como Cicerón, Corvino, Craso, Longo, Léntulo, etc.
En nuestra sociedad ocurre lo mismo. A pesar de disponer las personas de nombres y apellidos surgen, por motivos varios y diversos, con origen a veces desconocido, los alias, apodos o sobrenombres.
Vamos a verlo con detalle en este pueblo del norte de la provincia de Zamora, próximo a Benavente, Santa Cristina de la Polvorosa. Aquí los apodos son muy abundantes. Podemos decir que a casi todas las familias se las conocía o nombraba por el apodo, aunque antiguamente más que en la actualidad. Además ocurre que el mismo pueblo cuenta con apodo, el pueblo de los Cucos.
José Cachón en su casa de Camarzana de Tera.
José Cachón, más conocido como Pepe Cachón el maestro de Camarzana, por haber ejercido durante más años su profesión en esta localidad y ser director del Colegio, es natural de Santa Cristina. Conoce muy bien a su pueblo y a sus vecinos, por su nombre, apellidos y hasta por el apodo que tenían casi todos. Me ha facilitado una relación alfabética que nos demuestra lo afirmado con anterioridad, relación que ha preparado con la información recibida de muchos de los aludidos.
Por supuesto que lo hace con respeto y cariño para todos, sobre todo para aquellos que sufrían alguna limitación física o mental, como eran los conocidos como: el bizco, ciego, cojo, guiñapo, mudo, sordo, tuerto.
Respeto que muestra también hacia aquellos con un oficio o dedicación concreta: Albardero, barbero, cartero, carnicero, campanero, camionero, carretero, capador, carpintero, churrero, electricista, pimentero, sastre, pastor, huevero, zapatero, partera.
En la restante información que me ha proporcionado, por orden alfabético, se incluyen los apodos utilizados y que él más y mejor recuerda:
Avispa (persona astuta).
Berrinches, Belmonte, Bruja. Buche. Bujes. Burra.
Cacagüés (por ser bajo y pequeño), cachirulo, cachumeno, cagarrecio, cangarria, cambriles, carbajalino, cerrigal, compuesta, cervato, canuto, cotín, cuchichí.
Cotín.
Chapirre. Chaqueto. Churro.
Faraón (mocetón, grande). Farruco. Fortuna.
Galufo. Gandorra. Ganso. Gorila. Grona Gurrina. Gaitero. Guiñapa.
Huérfanos (los).
Jabardina/o, Jato/a
Lechuga. Lechuguino. Leyes. Loba. Lobos.
Mamones. Monanis. Monas. Montosinos. Moreno. Muerto. Mononés.
Nini. Nublado.
Ñoño (se llamaba Sidonio).
Obleas (tenía fábrica de obleas).
Pachelo. Pajarica. Pajarona. Pajarón. Pollero. Polla. Patarinto. Piso. Perrera. Pijo. Pina. Paloma. Piyayo. Piojina. Punto. Pusia.
Quinti.
Rata. Rey. Rifle.
Razones (el tio Razones).
Saruso. Sastre. Sebastianes (apellidos). Silva.
Tajadilla. Tartera. Tatarú. Tembleque. Topo. Toro (apellido). Trucho. Tuerto. Tuso.
Usurero.
Vitines. Víbora. Vivo. Volerita.
Yegua (la señora yegua).
Zacarrones/as. (hermanos).
Zorro/a.
Zurdo.
Hasta aquí la relación de apodos utilizados, pero también me cuenta el origen del apodo municipal “cucos”, aplicado a su pueblo, al que por cierto denomina Cuculandia. Todos los vecinos de Santa Cristina son Cucos y el pueblo es denominado el de los Cucos.
 ¿Cuál es el origen de este apodo?
Hay que recordar antes que el cuco es un ave muy común en los bosques de Europa Occidental, insectívoro, con el dorso gris, el vientre blanco con líneas negras transversales y mide unos 35 cm. de largo. Tiene patas cortas y alas largas. Pone los huevos en nidos de pequeños pájaros insectívoros y los pollos son criados por los padres adoptivos. Emigra a África y en primavera regresa y comienza a cantar cucú, cucú.
Cuco, ave que canta al comenzar la primavera. (Foto: Guía Aves España).
Torre e iglesia de Sta. Cristina, nido o aposento del Cuco.
Junto a la torre e iglesia, árboles que frecuenta el Cuco.
   También se utiliza la palabra cuco, como adjetivo, con el significado de bonito, gracioso, coquetón, y astuto, sagaz, taimado, ladino.
 Me cuenta Pepe que había una familia a la que llamaban los cucos, la del Sr. Domingo Rodriguez. De este o de un hermano descendía un sacerdote, que llegó a ser canónigo magistral de la catedral de Granada: el Ilustrísimo y Reverendísimo Don Ismael Rodríguez Orduña. Podemos decir de este Cuco, que su primer nido fue Santa Cristina de la Polvorosa, en donde nació; el segundo nido Astorga por sus estudios en el Seminario y su ordenación sacerdotal; y el tercero Granada como magistral de la Catedral.
Pero, antes de  llegar a Granada ejercició de sacerdote, predicó y cantó también en Manganeses de la Polvorosa y en otros pueblos de Zamora, así como en otros lugares de España. Se sabe que visitó Sevilla, Barcelona, Santiago de Compostela, Madrid, Valencia y Córdoba, y  por todos estos lugares difundió el nombre de su pueblo y también su apodo los cucos. Se dice de D. Ismael que era sobrado en inteligencia y memoria, pues conocía y sabía de todo, casi sin leerlo ni estudiarlo.
Este fue sin duda alguna quien más contribuyó a su difusión y a que Santa Cristina de la Polvorosa sea considerada y nombrada por muchas personas como CUCULANDIA, o si preferimos, el pueblo de los Cucos. De ello se sienten muy orgullosos, pues ha contribuido un poco más al conocimiento, y en último término al progreso y desarrollo de la localidad.