jueves, 27 de noviembre de 2014

La Fuente de Santa Colomba de las Carabias.


Cada vez son más las personas que, diariamente, se acercan a coger agua en algunas de las fuentes naturales que hay en los pueblos de esta comarca. Son pocas ya las que existen, pero el agua que sale de ellas es agradable y de calidad, pues en los municipios hay personas encargadas de su análisis y control. Lo cierto es que tienen bastante aceptación. No dejan de ser pozos artesanos con muchos años ya de antigüedad, y muy profundos, pues algunos superan los 100 metros, como ocurre en este caso.
Una de ellas es la de Santa Colomba de las Monjas, que se encuentra al este del pueblo, cerca de la vega que se extiende hasta el río Esla. Ocurre que en el lugar hay dos fuentes, una de ellas la antigua, de piedra y con una inscripción en el frontal que dice:
HIZOSE SIENDO ALCALDE  D. FELIPE HIDALGO 1889
y la otra ya más moderna, como se ve en su construcción. 
Fuente antigua.
La inscripción sobre la piedra.
Los dos caños con el agua procedente de la nueva fuente o artesiano.
Según me han contado al disminuir el manantial de la antigua, realizaron los trabajos para conseguir otro manantial, no lejos de ella, y el resultado fue positivo, pues parece ser que dieron con uno nuevo e importante, siendo el agua abundante y de calidad. De la antigua solamente se conserva un pequeño caño o chorro que podemos ver junto a la antigua edificación en piedra.
La fuente nueva no lejos de la antigua.
En la fuente nueva, el agua, abundante, clara y de buen sabor, sale por dos chorros o caños. Y la que sobra se va por una tubería oculta hacia la antigua por donde sale también la exterior por otros dos caños de menor grosor, dando así facilidad y servicio a las muchas personas que se acercan diariamente a este lugar para coger y llevar agua a sus casas. Por lo tanto vemos allí cinco caños, dos en la nueva, dos en la vieja, cuya agua procede de la nueva perforación y uno más pequeño y menos intenso que es el que queda como recuerdo del antiguo pozo artesiano del año 1889. La mayor parte de la gente coge el agua en la nueva, pues es más fácil y cómodo hacerlo.
Los dos caños del nuevo artesiano. Aquí se coge el agua.
La fuente, o si queremos las fuentes, de Santa Colomba de las Carabias se encuentran en un lugar agradable por la vegetación y arboleda que las rodea. Árboles y plantas de diversas especies y en una pradera verde, que necesitarán siempre de atención y cuidado, pues tal vez sea uno de los lugares más visitados del pueblo. 
Las dos fuentes, antes de remodelar el entorno.

Pero a Santa Colomba de las Carabias se puede ir también a visitar su iglesia, declarada recientemente BIC (Bien de Interés Cultural). Y ver su artesonado, los retablos, las imágenes y otros objetos de arte religioso, de gran valor y antigüedad. (Sobre ello ya he escrito con anterioridad en este blog). Y al mismo tiempo aprovechar el momento para acercarse a la fuente, coger y llevar agua a casa, o simplemente para probarla. Estoy seguro de que será del agrado y gusto de todos, sobre todo si la visita se realiza en los meses de calor, cuando se está más necesitado de algún alivio o refrigerio.
La fuente de Santa Colomba de las Carabias, como otras que veremos en días sucesivos, me recuerda el pasado y la tradición en torno a fuentes, pozas y pozos, artesianos o no, que había antiguamente en algunas calles o plazas de pueblos y ciudades. Y es que eran necesarias e indispensables, hasta la llegada del agua corriente a los domicilios.
 En torno a ellas se reunían las personas que iban a por agua con sus cacharros, cántaro, cántara, botijo, caldero, etc., charlaban y comentaban los acontecimientos ocurridos en la localidad o en otros lugares. 
Estoy seguro de que habrá muchas imágenes antiguas de las fuentes y pozos artesianos que aún existen o que ya han desaparecido, en los pueblos de los Valles de Benavente. A falta de ellas he aquí algunas de otros pueblos, que nos muestran cómo era el caño y el servicio que prestaba a todos los vecinos. En la actualidad algunas ya  no existen, pero aquí están las imágenes para recordarlo. 

A la fuente se iba a por agua con el cántaro, botijo o caldero.
Y las personas se veían y comentaban las noticias o los sucesos.
El caño o fuente en la plaza de mi pueblo. Década de 1960.
En la plaza se jugaba o paseaba cerca de la fuente.




sábado, 22 de noviembre de 2014

Benavente. Casa de Solita.-4. Rehabilitación. Uso del edificio.



Como hemos visto en la entrada anterior, antes de morir, su propietaria Doña Soledad González hizo un extenso testamento, de acuerdo con sus muchas y variadas propiedades.  El legado de este edificio al Ayuntamiento de Benavente fue hecho por una duración de 99 años sin los bienes muebles, patio, ni cocheras o  caballerizas, lugar este sobre el que se construyó un nuevo edificio de viviendas, casi al lado, que impide la entrada de luz a la galería con las pinturas chinescas, y contemplar la vistas de la Mota y parte del paisaje.
La casa en general se mantuvo con gran dignidad y cuidado durante muchas décadas, a pesar de no vivir en ella de forma permanente. Pero el paso de los años y la no utilización de sus dependencias, así como la no incorporación de nuevos sistemas para mejorar las condiciones de habitabilidad y confort, produjeron modificaciones y daños en algunas partes del edificio. 
Antes de ser entregada al Ayuntamiento fue desprovista de muebles, lámparas, cuadros, ropas y toda clase de complementos, perdiendo así su contenido y parte importante de su historia. Contenido que hubiese sido un justo complemento que hubiera revalorizado el edificio del cual era parte substancial.
En 1997 se inician las obras de rehabilitación del edificio, costeadas por la Junta de Castilla y León y dirigidas por el arquitecto Francisco Somoza.
Construida en los primeros años del siglo XX, la casa representa un exponente de alta calidad constructiva para la época, pero el paso del tiempo había producido importantes deficiencias resultantes de los procesos de dilatación al que se habían sometido los materiales componentes. Fue necesario efectuar algunas reformas en las cubiertas y techos. Concretamente en los techos se repararon algunas de las pinturas que estaban deterioradas. El trabajo lo realizó durante todo un año el pintor local Francisco Altier, conocido popularmente como Pacolo.
Del antiguo sistema de calefacción se han mantenido in situ los radiadores, algunos de ellos curvos, de hierro fundido, que constituyen por sí mismos piezas de gran valor por sus características y rareza.
La carpintería interior y exterior, puertas, ventanas y demás, está realizada mediante el empleo de maderas de calidad, razón por la cual se hallan en un aceptable estado de conservación, si bien han precisado operaciones de limpieza, así como la sustitución de los herrajes. 
La adaptación a los nuevos usos supuso una serie de cambios en su interior, principalmente en la planta baja y en el ático, en donde desaparecieron, casi por completo, las antiguas dependencias. No ocurre así en la planta primera o principal que según hemos dicho en otro momento, se conservan como estaban en su totalidad.
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                                                                   Planta Baja.
Plano de la planta baja.
Como vemos en el plano adjunto, en ella se encontraba la administración, el despacho de D. Felipe, la sala de atención al público y la biblioteca o archivo particular, en la fachada noreste. Y en la oeste algunas otras salas y dormitorios. También había cocina, baños, despensa y un almacén en la parte del mediodía.
Toda la planta se cambió, convirtiéndose una parte en la biblioteca de los niños y la otra en la de los adultos. También cuenta con hemeroteca o sala para la lectura de periódicos o revistas. Precisamente esta sala se encuentra al entrar, a la izquierda, lugar ocupado antiguamente por el despacho de D. Felipe, el propietario, y las oficinas de la administración de su empresa. Se dispone además de videoteca y pequeña sala de ordenadores. En el vestíbulo de la entrada siempre hay alguien que se encarga de atender  al numeroso público, que diariamente se acerca a este edificio, en el que está la Biblioteca Pública de Benavente, pero al que todos los benaventanos, y muchos forasteros también, conocen y llaman Casa Solita, oficialmente Centro Cultural “Soledad González”, pues este era el nombre de la heredera, que lo legó  al Ayuntamiento. Extraña a muchos visitantes que no haya alguna fotografía en todo el edificio de los benefactores, o al menos de alguno de ellos, como es el caso de Doña Soledad González.
Armarios- videoteca, a la entrada, en el vestíbulo.
Vestíbulo o recepción. en donde se atiende al público.
Sala para la lectura de periódicos o revistas.
Una de las salas más amplias de la biblioteca para los mayores.
Otra de las salas en la parte sur del edificio.
Lugar destinado a almacén de los libros.
Son muchas las personas que acuden cada día a la biblioteca.
Sala dedicada a los niños y a la biblioteca infantil.
Muchos niños van también a la biblioteca cada día.
Sala de ordenadores
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                                                                    Planta primera.
                                 
Se han conservado las habitaciones del este y la galería del mediodía con sus pinturas y demás decoración, como hemos visto con anterioridad. Las demás habitaciones de la planta que eran antes dormitorios o para otros servicios, en la actualidad sirven de almacén de libros o de otros materiales necesarios para las exposiciones.
Ante la carencia de otras salas más o menos amplias en la ciudad se suelen realizar en estas todo tipo de exposiciones, algunas de las cuales no van muy de acuerdo con el lugar, aunque sea una oportunidad de darlo a conocer a los visitantes. 
Exposición Unamuno en Benavente.
Sobre el Toro Enmaromado.
De Capa y Manteo, en el año 2013.
De Capa y Manteo.
Pintores locales, año 2014.
En unas de las habitaciones de esta planta tiene su sede desde hace años, por acuerdo municipal, el Centro de Estudios Benaventanos “Ledo del Pozo”, centro, que por sus publicaciones y demás actividades culturales, contribuye al conocimiento y prestigio de la ciudad y también de esta casa.

Pasillo y puerta de entrada a la sede del CEB "Ledo Pozo"

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                                                                       Planta ático.
                                    
En ella se encontraban los dormitorios del servicio, el ropero y un amplio desván. Todo ello ha cambiado con la rehabilitación y se dedica una parte, la occidental, a la biblioteca Ledo del Pozo, en recuerdo del autor de la primera historia de Benavente, En ella se encuentran las publicaciones del Centro de Estudios que lleva su nombre,  y las revistas o libros recibidos en los intercambios con los demás Centros de Estudio de otras provincias de España, pertenecientes a la CECEL, (Confederación Española de Centros de Estudios Locales).
Amplia sala con luces adaptadas y conexión a internet.
Son muchos los estudiantes que acuden a esta sección de la biblioteca.
Disponen de libros para la preparación de algunas oposicioines.
En la sala se encuentran gran parte de los libros del Centro de Estudios.
La otra sala, que da al mediodía, está dedicada, y como recuerdo, a D. Vidal Aguado, sacerdote nacido en Benavente, que legó el material bibliográfico, informático y arqueológico al Centro de Estudios “Ledo del Pozo” y su deseo era que, cuando la biblioteca municipal estuviese organizada, pasase al Ayuntamiento para el servicio de los ciudadanos. En la sala se encuentra parte del material recibido en el Centro de Estudios sobre todo las revistas etc. y es lugar para el estudio e investigación de estudiantes universitarios.
La sala, alargada y con gran ventanal, está en la parte sur del ediificio.
También acuden estudiantes e investigadores.
Estanterías con revistas de intercambio con los Centros de Estudios.
El edificio, tras el legado de Doña Soledad González, tal y como se encuentra en la actualidad ha sido fruto de la colaboración y aportaciones económicas de la Junta de Castilla y León, a través de sus Conserjerías de Educación, Cultura y Fomento, de la desaparecida entidad Caja Duero y del Ayuntamiento de Benavente.
La actividad que en él se realiza durante todo el día cumple con lo previsto. Son muchas las personas, niños, jóvenes y mayores que acuden diariamente a la biblioteca o a la hemeroteca para leer o llevar como préstamo algún libro, realizar algún trabajo, o simplemente leer la prensa o las revistas que llegan diariamente. Otros prefieren los ordenadores de que se dispone en la sala que casi siempre están ocupados. Ojalá que, no tardando, se disponga de mayor número.
También son muchos los que se acercan a la Casa Solita o Centro Cultural “Soledad González” para ver las exposiciones que hay  a lo largo del año. Porque son muchas y variadas. Pero sería preferible que el Ayuntamiento preparase algunas salas en otro lugar, para ello, y que se reservasen estas para aquellas exposiciones que vayan  más de acuerdo con el entorno, en este caso las habitaciones de un edificio construido a principios del siglo XX, con pinturas y decoración de aquella época. Además ellas mismas ya son materia museística.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Benavente. Casa de Solita.-3. La familia. El Testamento.


D. Felipe González Gómez.

La familia González, de la que procede D. Felipe, dueño de la casa, ha sido el último eslabón de una larga saga familiar con ascendientes ilustres y cuyo árbol genealógico hunde sus raíces en la historia medieval y moderna del norte de la actual provincia de Zamora. Varias de sus ramas tienen profundo arraigo tanto en la comarca de Benavente como en las vecinas de Sanabria y Carballeda. Y con proyección también en otras provincias de esta región.
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Desde mediados del siglo XIX y comienzos del s. XX la familia reorganiza sus propiedades e inversiones, centrándose algunas de ellas en las industrias productivas en aquella época, como eran el almacenamiento y transformación del trigo y demás cereales.
Este acomodo o reconversión hace que gran parte del capital de la familia se canalice en la modernización de sus propiedades urbanas y sobre todo en la reedificación de sus molinos particularmente los llamados de Sorribas, existentes ya desde el siglo XV. Este proceso se culminará en tiempos de D. Felipe González González quien contrae matrimonio con una rica heredera perteneciente a una de las más acaudaladas y prósperas familias de la burguesía provincial, Doña Soledad Santiago Bobillo, emparentada con el influyente y poderoso clan de los Cervatos oriundos de la localidad zamorana de Villadeciervos, lo cual trae como consecuencia el reforzamiento de su patrimonio económico.
D. Felipe y su mujer Doña Soledad Santiago. Foto Eguren. (Va)

 
Este proceso de afianzamiento económico tiene su exponente en la edificación a finales del siglo XIX, de una moderna fábrica de harinas, la constitución de una compañía local de suministro eléctrico: La Electra Benaventana”, la construcción de una granja modélica La Pavona, etc.
Recibo de talonario con una pintura de la nueva fábrica de harinas de D. Felipe.
En torno al año 1895 se inician las obras de trazado e instalación del ferrocarril en la zona del Caracol y La Sorribas. Las obras de explanación del lugar obligaron a desplazar el cauce del antiguo Canal de la Sorribas, para instalar las vías del ferrocarril. Esto obligó a la construcción de un nuevo canal o caño, al que denominaron Ría de Don Felipe y también de una nueva fábrica junto al mismo, que es la que, con algunos cambios, se mantiene hasta la actualidad. 
Obreros de la fábrica con D. Felipe (en el centro y con sombrero).1905. 
Amigos de D. Felipe.  (Foto que me ha enviado J. C. de la Mata)

El canal permitió el aprovechamiento del agua del mismo para la producción de energía eléctrica, energía que se utilizaba, tanto para la alimentación o funcionamiento de la fábrica, (todavía ocurre en la actualidad), como para el suministro de la ciudad de Benavente (fue así durante muchos años).
D. Felipe González y Dña. Soledad  Santiago tienen tres hijas: Paz, Teresa y Soledad. A los pocos años de construir la casa-residencia familiar fallece Doña Soledad quien apena pudo disfrutar del espléndido edificio. Sus tres hijas son enviadas a estudiar a Madrid, al Colegio de las Hijas del Sagrado Corazón.
Paz, Teresa y Soledad en una habitación de la casa.

Las tres hermanas: Paz, Teresa y Soledad. Año 1911.
Recordatorio de Primera Comunión de las tres hermanas. Año 1911.
Solita el día de su Primera Comunión. Año 1911.
En la década de de los años 20 D. Felipe es elegido Senador del Reino, intensificando sus viajes a la capital. Durante los años de la Guerra Civil fallecen Teresa y D, Felipe (1938), mientras que la hermana mayor Paz toma los hábitos religiosos y se traslada a Nicaragua, falleciendo años después.
Posteriormente Doña Soledad establece su residencia en Madrid y vende la fábrica de harinas, utilizando su casa en Benavente únicamente cono residencia de verano. El 15 de marzo de 1992 fallece Doña Soledad en su domicilio de Madrid. 
Coral de Benavente ante la portada norte de Sta María. Hacia 1928. Foto Testera.

 En la imagen anterior,  fila de abajo, en el centro de la imagen, y sentada entre dos hombres está Doña Soledad Gozález, "Solita", en lugar destacado, como benefactora que fue de la coral, lo mismo que lo era de otras asociaciones o instituciones religiosas y no religiosas. 
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La documentación generada por las industrias y negocios familiares contribuyó a enriquecer el antiguo archivo nobiliario y familiar, de gran utilidad para el conocimiento de la industria harinera castellana en particular y de la industria familiar en general.
Las imágenes anteriores están tomadas unas del libro Benavente y los valles. Fotografía y Vida Cotidiana el comienzo del siglo XX, editado por el Ayuntamiento de Benavente y el Hostal Ría de Vigo con la colaboración de la Junta de Castilla y León en el año 1999. Y otras del Álbum de Benavente, editado por el CEB “Ledo del Pozo” en el año 2013.

2.-El Testamento.
Consta de 33 hojas o folios y está realizado en Madrid por Doña Soledad González el 2 de abril de 1991, un año antes de su muerte, ante el notario D. Valeriano de Castro García, como se ve en la imagen siguiente:
Primera página del testamento.
Última página del testamento.
Al comienzo del mismo Doña Soledad González, mayor de edad, soltera y vecina de Madrid,
DECLARA:
-que nació en Benavente (Zamora) el 27 de enero de 1903
-que es hija de Don Felipe González y Doña Soledad  Santiago ambos fallecidos
-que carece de herederos forzosos
-que es católica y desea ser enterrada en el panteón familiar de Benavente.
 -que manifiesta su deseo de otorgar testamento y ordena los siguientes legados:
El primero de los legados que aparece y del cual quiero dejar aquí constancia es precisamente la casa nº 3 de la Plaza del Generalísimo de Benavente (así se llamaba antes de la implantación del nuevo callejero). Dice así la escritura:
a)      “…lega al Ayuntamiento de la misma ciudad el cuerpo de casa catalogado como edificio singular de conservación obligatoria; en sus límites estrictos y con las servidumbres de luces y vistas inherentes, y canceladas cualesquiera otras servidumbres, a fin de que lo dedique a actividades culturales, religiosas y sociales, durante al menos noventa y nueve años, con la condición de no enajenarlo durante ese tiempo, ya que en otro caso acrecería a la herencia, a favor del heredero o de sus causahabientes”.
El resto del inmueble, patios, cocheras y caballerizas los lega a otros herederos, lo mismo que su casa y garaje de Madrid, y sus muchas posesiones: Monte en Castrotorafe, fincas en San Cebrián de Castro, Pozuelo de Tábara y Fontanillas de Castro y también las fincas de Benavente.
Respecto a las de Benavente leemos tenemos también lo siguiente:
Lega a la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Benavente tres fincas rústicas de secano en Valle la Zarza.
Y de la finca La Pavona, también en Benavente:
Lega al Ayuntamiento cuatro décimas partes, para cumplimiento de los fines del apartado a); a la parroquia de Santa María cuatro décimas partes y a otros  dos décimas partes.
De una parcela en la Avda. Federico Silva de Benavente:
Al Monasterio de Monjas Cistercienses del Salvador, Convento de San Bernardo de Benavente 4/10 partes.
Al Monasterios de Sta. Clara Religiosas de la Orden de San Francisco de Benavente 3/10 partes.
A la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Benavente, 3/10 partes
A dichos monasterios y asilo  obligaciones, acciones, títulos y valores de la testadora.
El testamento asigna también a varias personas sirvientas, amigas, vecinas, enfermeras y médicos, dinero en metálico por las atenciones que han tenido con ella.
El testamento de Doña Soledad nos muestra que el Ayuntamiento y la ciudad de Benavente se han visto favorecidos, pues además de la Casa de Solita, han sido otras las donaciones o legados a personas e instituciones religiosas, algunas de ellas, como la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, han podido seguir y siguen desempeñando su función.
   (Nota: Los datos ha sido tomados del informe realizado sobre la Casa de Solita y el archivo familiar, por D. Juan Carlos de la Mata, encargado del Archivo Municipal. Juan Carlos también publicó en Brigecio nº 13, un artículo sobre ello en el año 2003 y me ha enviado algunas fotografías.)