domingo, 26 de julio de 2015

Calles de Benavente: Calle Mirador Sinoga.


Se accede a ella desde la de la calle de la Sinoga, de ahí también su nombre. Está casi al final de la misma, cerca ya de la Cuesta del Río. Es una de las más cortas de la ciudad, pues tiene no más de 20 metros de longitud. Calle cerrada o sin salida, pues hacia el oeste de la misma se encuentran los Cuestos próximos a la estación. Y de ahí lo de Mirador, nombre que tiene desde hace mucho tiempo, pues acercándose a ese lugar se veía y admiraba el paisaje. De hecho muchos forasteros, que visitan Benavente, y también algunos vecinos, al ver el nombre de la calle, y para satisfacer su curiosidad, se acerca a ella y la recorren con la única finalidad de ver o comprobar si la realidad coincide con su nombre. 
Calle Mirador Sinoga, desde la calle Sinoga.
La calle desde la parte más elevada. Al fondo la calle Santa Rosa.
Pero nada más lejos de la realidad, pues una gran verja y unas puertas metálicas impiden el acceso o cercanía a los Cuestos. No obstante a través de las rejas se puede ver el paisaje e imaginar lo que se podría ver sin obstáculos. Es de suponer que la rejas tenga su sentido para evitar accidentes inesperados, como podía ocurrir cuando no existían. Y es que antiguamente sí que se podía uno acercar un poco más y divisar el panorama, por otra parte no muy distinto al que se contempla desde la Mota Vieja o desde otras partes de los Cuestos. Pero la seguridad de los ciudadanos es lo más importante.
A la izquierda las  rejas que sirven de mirador. Al lado la puerta metálica.
La casa más antigua de la calle, tal como está en la actualidad.
Parte de lo que se puede ver  tras la verja.

Casas y calles cercanas a la Estación tras las rejas.
Vega del Orbigo y del Caño de los Molinos.
Nuevos edificios junto a los Cuestos. Al fondo Torreón del Castillo.
Calle de la Estación, nuevos edificios y vega del río.
Los pocos edificios existentes en la calle son de nueva construcción, excepto la antigua casa de la familia Torres Arenas, que se mantiene igual que cuando en ella realizaban la matanza de los cerdos, cuya carne y demás productos vendían en su propia carnicería. La casa es de ladrillo y tiene una balcónada que sobresale en su fachada, desde la que también se contemplaba un buen paisaje, antes de construir el edificio que está enfrente.
Vista de la zona desde la Mota Vieja. Los Cuestos y las casas. Década de 1980.
La casa que perteneció a la familla Torres Arenas.
Balconada de la casa en una foto de hace varios años.
Parte baja de la casa que fue de la familia Torres.
Al fondo de  la calle y tras las puertas de hierro se encuentra la casa-chalet de D. Eugenio, el maestro, como se decía por todos los que desde la Mota lo contemplaban. Don Eugenio fue también durante muchos años el director del Colegio Los Salados de Benavente.
La calle ha perdido, en gran parte, el sentido que le da su nombre, pero conviene que los nombres perduren aunque solo sirvan para recordar el pasado y evidenciar los cambios que se han producido a lo largo de los años. En este caso el motivo del cambio tal vez haya sido el peligro de acercarse a los cuestos sin la debida protección, o por otras razones. Pero, como he dicho con anterioridad, son muchos los lugares de la ciudad desde los que se pueden ver, contemplar y admirar la vega y arboledas cercanas al río Órbigo y la vegetación y frondosidad que hay junto al Caño de los Molinos, el río de Benavente. Y también, aunque más alejadas, las otras vegas de los ríos de esta comarca, así como los valles, montes y montañas de las provincias de Zamora y de León.