miércoles, 20 de enero de 2016

Benavente recupera una de las tradiciones en torno a San Antón.



Lo pudimos comprobar al pasado día 17 de enero, festividad del santo, cuando a las 12.15 horas se reunieron, acompañados de sus dueños, más de 150 animales, sobre todo perros, aunque se vieron también algunos gatos, en el patio de los ábsides del la iglesia de San Juan del Mercado. Lugar muy apropiado para actividades diversas, sean religiosas o no religiosas. En este caso se trataba de cumplir con la tradición de ofrecer y presentar al santo los animales y recibir su bendición. Por cierto que el santo no estaba presente, pero no estaría mal vista y aceptada su presencia junto al sacerdote en el momento de las bendiciones. Además la parroquia cuenta con una imagen antigua e importante también desde el punto de vista artístico, que podían conocer todos los asistentes.

San Antón. Iglesia de San Juan del Mercado de Benavente.
Nadie pone en duda que este santo es uno de los más populares y que cuenta con gran aceptación por parte de muchas personas, independientemente de sus creencias. Y es que se le considera patrón de los animales, sobre todos los domésticos, como caballos, perros, vacas, asnos, perros, gallinas y otras aves,  etc.  Al menos estos son los que se ven en las imágenes que conocemos sobre el santo. Si a su lado apareciesen monstruos serían representantes del mal, la maldad, el demonio, que tantas veces tentó al santo, según cuenta la leyenda. También es protector de algunas enfermedades de los humanos.
S. Antonio Abad. Grabado. Archivo histórico. Barcelona.
En torno a San Antón han surgido varias tradiciones, que se celebran en muchos lugares. Entre ellas las hogueras, refrranes o recitaciones, rifas o subastas de objetos donados al santo, el cerdo que durante el año vaga por el pueblo y es alimentado por los vecinos, etc., y sobre todo la más extendida por pueblos y ciudades como es la bendición de los animales, como se ha hecho en Benavente. Por cierto que es ya el segundo año, pero esta vez la asistencia ha sido mayor, y mejor el lugar elegido para ello, pues se debe hacer  cerca de una iglesia o ermita.  
Poco a poco se van acercando con perros al Patio de San Juan.
El perro y su dueña esperando la bendición de San Antón.
También acudieron personas, con gatos, a recibir la bendición.
Todos esperan el momento de comenzar el acto.
Organizado el acto por Procan, asociación protectora de animales, por iniciativa de algunas personas y el apoyo de socios defensores de las tradiciones, contaron también  con la colaboración del Ayuntamiento de Benavente.  Y es que una vez terminado el acto de la bendición de los animales, a cargo del párroco de San Juan, D. Cesar Salvador, se repartió entre los asistentes, que acudieron con perro, o mascota, un pequeño pan, que contaba por supuesto con las bendiciones del santo. 
El sacerdote D. Cesar lee un capítulo del Génesis. (F. Interbenavente)...

...Antes de comenzar la bendición de los animales.
D. Cesar, hisopo en mano, bendice a los animales y a sus dueños.
El agua bendita, a través del hisopo, llega a todos los presentes.

Reparto del pan de San Antón a todos los que asistieron con un animal.
Con este y otros actos que la asociación realiza a lo largo del año se pretende la protección y respeto  hacia los animales y la lucha contra su abandono. Todo ello muy digno de alabar, lo mismo que el concienciar a los dueños de su obligación de cuidarlos y de conseguir de ellos el respeto debido hacia las personas en sus domicilios y fuera de ellos. Por supuesto que  también respeto y limpieza en calles y plazas de la ciudad, si en algún momento es necesario. Seguro que los asociados, dueños de los animales, que han recibido la bendición del santo, conocen muy bien sus obligaciones y las respetan.
Algunos de los asistentes con sus perros o mascotas (F. Interbenavente)

Momentos antes de comenzar el acto....
...se fueron reuniendo en el Patio muchas personas con sus animales.
Está visto y comprobado que  amantes del pasado y de las tradiciones de Benavente han conseguido recuperar la fiesta de San Antón, al menos en algunas de su celebraciones. Y es que, desde siempre, en el pasado las tradiciones tuvieron gran peso en los distintos pueblos y civilizaciones. Como ejemplo tenemos al mundo romano en donde el Mos Maiorum, la costumbre de los mayores o antepasados, conjunto de reglas y preceptos que los ciudadanos, respetuosos con la tradición, tenían que respetar, era como algo sagrado que se mantenía a rajatabla entre ellos, algo heredado y que había que transmitir a los demás.
Benavente, en el pasado, tuvo mucho que ver con este santo, el patrón de los animales, y  también protector de algunas enfermedades humanas. Y es que  a San Antón se le recuerda en la ciudad, en el callejero, pues nada menos que hay dos calles dedicadas al santo, calle de San Antón y calle de San Antón Viejo. E incluso una pequeña plaza que se denomina plazuela, al final de una de las calles.
Y también, refiriéndonos al pasado, muchas personas de la ciudad conocen o han oído hablar de la ermita de San Antón, que se encontraba en el barrio de Las Eras, no lejos del Toril actual. Cuando esta fue destruida la imagen del santo que en ella había se trasladó a la iglesia del Sepulcro, que estaba al lado de las casas del Tinte, en el lugar que se conoce y hasta se denominó en algún tiempo Plazuela del Sepulcro. Aquí se celebraron las fiestas en honor a San Antón hasta la desaparición de esta iglesia. Y fueron variados los actos que antiguamente se organizaban, pues, aparte de la bendición de los animales, hubo refranes, concursos, carreras de caballos y de asnos, e incluso verbenas en distintos barrios.
Al desaparecer esta iglesia, que hizo las veces de ermita de San Antón, la imagen se trasladó a la iglesia de San Juan del Mercado y es la que se venera en la actualidad.
Con todo esto, y las imágenes que hay en la iglesias, podemos decir que la devoción a este santo fue grande en el pasado. Ahora parece ser que se trata tan sólo de recuperar la tradición de la bendición de los animales el día de su fiesta.
S. Antón. Retablo iglesia de Sta. María del Azogue.
A San Antón se le representa como monje que fue, con hábito talar oscuro o negro y con manto o cogulla y capuchón del mismo color. A veces lleva gorro. Y en su mano derecha casi siempre el báculo de abad o un bastón.
Otros atributos son el libro abierto en su mano, la campanilla que cuelga del bastón,  del cuello del cerdo o de su propia mano; una llama en el suelo o sobre el mismo libro (se le invoca en la enfermedad denominada Fuegos de San Antón); y siempre aparece rodeado de animales, sobre todo domésticos, como he dicho anteriormente. Pero es sobre todos el cerdo el que más aparece junto a él en las imágenes que vemos en iglesias y ermitas de esta comarca y demás lugares.
S. Antón. Iglesia de Matilla de Arzón.
En la iglesia de Castrogonzalo.
S.Antón. Iglesia de Santa Colomba de las Carabias.
Imagen en la iglesia de Olmillos de Valverde.
San Antón con una rosca el día de su fiesta. Valdescorriel.