lunes, 22 de febrero de 2016

Con Pasión. Exposición de esculturas de Gabi More en Benavente.




El artista sentado en unn rincón del patio junto a algunas de sus obras.
Su nombre es Gabino Morezuelas Huerga, aunque  en Benavente y otros lugares, entre familiares, amigos y conocidos, todos lo llaman Gabi. Y desde el punto de vista de su oficio de artista o artesano figura ya como Gabi More.
Nació en Bilbao en el año 1964, a donde se habían trasladado sus padres, que eran de Benavente. Allí realizó sus estudios, en los Salesianos, y recibió una educación no escasa en valores, teóricos y prácticos, que él siempre tuvo en cuenta a lo largo de su vida. Después se formó y ejerció como delineante, lo que le ha servido  y permitido, conocer, valorar, y también sentir, el arte y la arquitectura de forma distinta.
Pero no tardó en trasladarse a Benavente en donde vive desde hace ya 28 años. Trabajó en varias empresas relacionadas con su profesión y tras dejar el trabajo, comenzó hace dos años, no más, con gran afición, y bastante dedicación, a realizar esculturas en piedra. Hizo esto después de un período de reflexión y tras realizar algunos viajes por el mundo de los que regresó cargado de vivencias y experiencias.  Algunas de sus esculturas son el reflejo de viajes.
Además siempre puso interés en conocer la historia, la arqueología y el arte, lo cual influyó en la decisión que tomó, tras hacer el recorrido de una parte del Camino de Santiago.  Fue aquí donde comenzó a ser cautivado por el arte románico, su arquitectura y los símbolos y las imágenes que la completan. Y todo ello realizado con piedra, material elegido por él para sus obras. Y es que, según me dice, “la piedra, después del hierro y otros metales, es la que más y mejor puede durar y perdurar, como he visto en el Camino”. 
Veneras en el Camino de Santiago.
Santiago Peregrino. Santa Marta de Tera.
Imagen de la Virgen embarazada.
El Buen Pastor.
Piedra de la que también se sirvieron o utilizaron otras culturas antiguas, prerromanas  y romanas, que él mismo conoce y ha visto en sus edificios o símbolos.

Símbolos celtas...
Gabi More quiere hacer de  su vida un símbolo, como los que vio en otros lugares y también en el Camino, que perdure a lo largo de los siglos y durante el paso del tiempo.  Y esto se conseguirá sólo con la piedra. Utiliza sobre todo arenisca y en algunos momentos el granito y la pizarra. También se ha servido de la piedra de Villamayor para algunas de sus obras.
Hay que dejar constancia de que  su trabajo es manual, no utilizando maquinaria alguna, eléctrica ni de otro tipo. Su valor artesanal refuerza aún más su belleza artística.

Algunas de la herramientas que utiliza en su trabajo.
Trabajando en una escultura en otro lugar. Foto copiada de su Facebook.
...Y todo a mano, con sus propias manos. (Foto de su Facebook)
También tienes varias esculturas de animales, aves y otros… "La naturaleza y el campo son también objeto de valoración por mi parte y por supuesto los animales, tengo perro y gato y me siento acompañado. Estos que tengo aquí esculpidos son los dos perros de mi hijo que he querido también darles el sentido de perduración  a través de la piedra. Y luego las palomas, símbolo de la paz"….

Dos perros y una paloma.
La paloma...
...y el caracol.
Veo también varias manos. Las manos nunca mienten, siempre expresan o muestran sinceridad, me dice. Efectivamente así es. Y es que las manos hablan. Son algo de lo más íntimo del ser humano. Representan una fusión del cuerpo y el espíritu. Los gestos o forma de una mano con su lenguaje no verbal e intuitivo pueden expresar una idea, un sentimiento, una intención. En la vida social todos entendemos cuándo se tiende la mano para pedir, para dar y para recibir. También para saludar o despedir, e incluso amenazar o castigar. Es el lenguaje de las manos, universal y muy representativo, que el escultor ha elegido con acierto. Ojalá que algún día su primera escultura pública en esta ciudad sea la de una gran mano o las dos manos sobre pedestal.

Mano sobre un antigua mesa.
Manos.
En otro lugar de la exposición veo un relieve de San Martin cortando la capa y repartiéndola entre los pobres….Es una de las cosas que más me llamaron y me llaman la atención de los santos y de las santas y vírgenes, sus leyendas, pero lo que me interesa de ellas es sobre todo las buenas acciones que nos dejan ver, el sentido de la caridad y de ayuda a los demás como en este caso, y el final feliz de ellas….
San Martín cortando y repartiendo su capa entre los pobres...
Podemos afirmar, sin duda alguna, que Gabi More, a pesar de ser nuevo en esta su faceta de escultor, muestra ya una gran experiencia, pues junto a la belleza de sus pequeñas piezas vemos una gran simbología y una vida, la suya,  no exenta de espiritualidad y sentimiento. Está visto y comprobado que el viajar por el mundo le ha aportado también, además de experiencia, una forma distinta de ver y admirar las distintas civilizaciones existentes y el respeto hacia ellas.
En este breve tiempo ya ha participado en varias ferias  de artesanía, tanto en el país vasco, como en Castilla y León.  Y también en algunas celebradas en esta comarca de los Valles de Benavente, como ocurrió hace años en Santa Cristina de la Polvorosa, que participó con otros muchos artesanos. He aquí algunas imágenes de aquel año.

Expuso variedad de relieves y algunas imágenes.
Y además mostró su trabajo de escultor a los visitantes en Santa Cristina.
Esta exposición de Benavente se ha celebrado en el patio de la reciente inaugurada Pensión La Traperia, en la calle Agujero de San Andrés  de Benavente. Se trata de una antigua casa, con almacenes, que pertenecía a la familia conocida como Los Traperos, pues este era su oficio antiguamente. La casa está rehabilitada para ello y el patio es el marco apropiado para este tipo de exposiciones.
Gabi More en el patio de la Trapería al terminar mi visita.




miércoles, 17 de febrero de 2016

Benavente: Calle Santa Catalina.



Se encuentra esta calle dentro de lo que era y que todavía podemos denominar casco histórico, a pesar de los cambios urbanísticos.  Por el oeste se inicia en la calle Renueva, no lejos del lugar en el que se ubicaba uno de los antiguos conventos, el de San Bernardo,  junto a la cerca o muralla de la ciudad. De ahí que su trazado sea alargado y estrecho, e incluso  perduren algunas  casas  unifamiliares y con pequeños patios, en las que vivían agricultores y sobre todo los hortelanos que cultivaban las fértiles  huertas que había en la extensa  vega, junto a los ríos Esla y Órbigo.
En el archivo de Benavente, legajo 962 del año 1860, ya figura esta calle. Lo vemos  en el informe facilitado en el año 2004, con motivo de la reforma del callejero. (J. I. Martín y J. C. de la Mata, Las Calles de Benavente).  Y se la denomina así: Calle Santa Catalina (Frente a la Plaza los Bueyes). Por cierto que se dice que tenía en aquel año, en la acera derecha  10 casas y 6 puertas accesorias, y en la acera izquierda 17 casas, 4 puertas adyacentes y 3 puertas accesorias.
Copia de la parte del legajo de 1860, con el nombre de la calle.
Pero, a lo largo del tiempo,  se ha impuesto la construcción de nuevos edificios  de varias plantas con viviendas y servicio de cocheras, lo que ello supone de cambio en su urbanización, como vemos en las imágenes.
Edificios altos alternan con la pequeñas casas.
La calle es esstrecha y con cambios en la fachadas.
Las nuevas construcciones, con retranqueo, con vistas  una mayor anchura.
Pequeñas casas revocadas con cemento frente a otras con ladrillo.
Es más o menos paralela y de parecida longitud a la calle Cervantes.  De hecho las dos parten de la Plaza del Grano, al este, y llegan hasta la calle y el Corrillo de Renueva, respectivamente, por el oeste.  Eran y son, como calles estrechas, muy apropiadas para los desfiles procesionales durante la Semana Santa.  
Inicio de la calle en la Plaza del Grano.
Aspecto general desde el centro de la calle.
A la izquierda atraviesa la calle  1ª Travesía Cervantes.
A la derecha un nuevo edificio retranqueado.
Se ven algunos solares a lo largo de la calle.
A falta de establecimientos comerciales, sí hay cocheras en la planta baja y en los sótanos de las nuevas edificaciones.  Y también vemos algunos solares.

...Cocheras y solares
Al final de la calle, desde la Plaza del Grano, hay don edificios nuevos...
...Y antes nos encontramos con un huerto, casas bajas  y amplios solares.
Dos pequeñas calles la atraviesan denominadas Primera y Segunda Travesía Cervantes. Y es que, como he dicho anteriormente Cervantes es el nombre de la calle paralela. Al autor del Quijote se le recuerda también con calle y travesías en Benavente.
En este lugar la calle 1ª Travesía Cervantes.
...Y aquí vemos donde se encuentra la 2ª Travesía Cervantes.
Y desde la de Santa Catalina parte una calle corta denominada Alcañices, que llega hasta la Calle Villalpando, lugar este de gran historia  por encontrarse en la zona el antiguo convento de San Francisco, del que no se conserva actualmente nada, excepto algunas imágenes.
Lugar del inicio de la calle Alcañices.
Caminando por la calle desde la Plaza del Grano, y ya en la 2ª Travesía Cervantes,  nos encontramos con unas gruesas paredes de tierra con amplia base  de piedra que corresponden a un antiguo huerto perteneciente a una casa, ya desaparecida que  se encontraba  en dicha Travesía.  Enfrente de esta pared-muro existen todavía pequeñas casas unifamiliares.
El muro o pared más antiguo de la calle...
...que corresponde a un huerto de la familia Tesón.
Y si hacemos el recorrido en sentido contrario en el bajo de un edificio de esta calle, una vez pasada la 1ª  Travesía Cervantes, tuvo su sede el semanario independiente, de carácter  local y comarcal, La Voz de Benavente y Comarca. El periódico estuvo publicándose durante más de diez años. 
Sede que ocupaba el desaparecido semanario La Voz de Benavente.
Otra imagen de la 1ª Travesía Cervantes, que cruza la calle.
A la derecha el edifcio sede la La Voz de Benavente.
Santa Catalina forma parte de los más de 30 santos, santas o vírgenes, que forman parte del callejero de Benavente. Y no es de extrañar esto en una Villa muy antigua, luego ciudad, que contó con 18 iglesias y cinco conventos. En la actualidad tan solo hay cinco iglesias, dos antiguas y las otras de reciente construcción, y dos conventos  también de nueva construcción, situados a las afueras fuera de la ciudad. De los antiguos ningún resto se mantiene en el lugar en el que se encontraban.
Al confeccionar los callejeros en las ciudades, los santos, santas o vírgenes entran a formar parte de ellos. Unos por encontrarse la calle, el corrillo o la plaza en el lugar en el que estaba la antigua  iglesia o convento, o cerca de los mismos. En ocasiones la nueva iglesia, también se ha construido en el mismo lugar. También pueden ser otros los motivos, como la existencia de una cofradía o asociación religiosa que lo tienen  como patrón. E incluso que haya habido una gran devoción al santo, santa o virgen, transmitida por tradición y respetada.
 En lo que se refiere a esta santa pudiera ser por cualquier de estos motivos.  No hay que olvidar que fueron dos las santas que la iglesia católica celebra y venera  con el mismo nombre, una Sta. Catalina de Siena y la otra Sta. Catalina de Alejandría.  Y se da la circunstancia de que en dos iglesias de la ciudad se conserva una imagen de cada una de ellas. De la primera, patrona de la Filosofía, en la de San Juan del Mercado y de la otra, perteneciente a la orden de Sto. Domingo, en la de Santa María del Azogue. Esta última procede del antiguo y desaparecido convento de Sto. Domingo, convento de religiosos y  que ocupaba una amplia zona del centro de la villa. Por cierto que la orden dominicana tenía en Benavente otro convento, en este caso de religiosas, denominado Sancti Spiritus, que estaba sitiado en la zona donde ahora se encuentra la calle con su nombre.
Desconocemos el motivo final,  pero lo cierto es que,  sea por una u otra razón, Santa Catalina sigue en el recuerdo de los benaventanos desde hace muchos años, e incluso alguno siglo, por el hecho de disponer de una calle en la que viven y por la que pasan o pasean diariamente muchos ciudadanos.
Sta. Catalina de Alejandría. Iglesia de S. Juan del Mercado.
Sta. catalina de Siena en Sta. María del Azogue.