jueves, 18 de agosto de 2016

La Exposición AQUA y el agua que nos rodea.


AQUA es el título elegido para la 21 edición de la Exposición Las Edades del Hombre, que se celebra en Toro (Zamora) en este año 2016. Es palabra latina que, al pasar al castellano, la vemos en palabras como acuático, acuario, acuífero, aguacero, aguacate, aguamanil, etc.  
Y es que el agua, elemento líquido incoloro e inodoro, es en sí mismo vida y ha servido y sirve desde siempre, para poder vivir, tanto las personas, como los animales y las plantas. Sin el agua muchas máquinas, y algunos instrumentos o recipientes, no tendrían ningún sentido, ni se utilizarían.
En la exposición se hace un recorrido y se muestra la función del agua en la creación y en la historia de la salvación, desde los orígenes hasta la figura de San Juan Bautista, el Precursor. Todo ello de acuerdo y siguiendo los textos bíblicos.
Con San Juan Bautista y la llegada o aparición de Cristo, el Salvador, se cierra el ciclo del Antiguo Testamento. En Cristo y su relación con el agua se centra una gran parte de la muestra, que cuenta con otro capítulo dedicado al bautismo y a los objetos usados en la celebración litúrgica relacionados con el agua bendita.
El último capítulo tiene que ver con los santos y santas que, tras su bautismo, han sido un fiel testimonio de su vinculación existencial a Cristo, a quien se unieron por el sacramento del bautismo. Y más concretamente aquellos santos, cuya biografía o patronazgo están relacionados con el agua.
La exposición se celebra en la pequeña ciudad de Toro, al sur de la cual y muy cerca de ella, pasa el río Duero, río que nace en tierra sorianas y desemboca  en el Atlántico después de pasar por Portugal. Concretamente se puede ver en dos de sus iglesias la Colegiata de Santa María y el Santo Sepulcro. (Información tomada del programa de mano de la Exposición)
Vista del Río Duero y la vega desde el mirador de la Colegiata de Toro.
La visita a la Exposición, hace ya unos días, me ha permitido recordar de nuevo, ya desde Benavente, el agua que rodea y surca estas tierras del norte de Zamora, los Valles de Benavente. Nada menos que cinco ríos, todos ellos al servicio del padre Duero, pues a él van a parar sus aguas: Esla, Tera, Orbigo, Eria y Cea, y también algunos arroyos: Almucera, Castrón, Reguero, Zamarrilla.
Estos ríos, arroyos y arroyuelos o regatos, me han hecho recordar también a los pueblos por los que pasan, que son muchos, de entre los más de 90 que pertenecen a la demarcación judicial, y todos ellos con sus iglesias o ermitas, en las que, como en el vivir doméstico o familiar diario, el agua también se ha utilizado y se sigue utilizando en la práctica cristiana, en algunas celebraciones y en otros momentos, siguiendo la tradición. Es el caso de la pila bautismal, que se conserva en muchos de los pueblos y, aunque menos, la pila de agua bendita, que se encontraba a la entrada de la iglesia, para tocar el agua y santiguarse. He aquí las imágenes de pilas de bautismo de algunos pueblos de esta comarca:
Villaveza del Agua.
Benavente. Iglesia de Sta. María del Azogue.
Mozar.
Arrabalde.
Abraveses de Tera.
Castropepe.
Vecilla de Transmonte.
Ayoó de Vidriales.
San Pedro de la Viña.
Bretocino.
Quiruelas de Vidriales.
Benavente. Iglesia de San Juan del Mercado.
 También se conservan en muchas iglesias las pilas de agua bendita, que estaban y están algunas colocadas a la entrada del templo, para que los asitentes a las celebraciones, tomasen agua bendita y se santiguasen.

Morales de Valverde.
Benavente. Iglesia de San Juan del Mercado.
Bercianos de Valverde.
Santa Colomba de las Monjas.
Abraveses de Tera.
Arrabalde.
Santa Cristina de la Polvorosa.
Benavente. Iglesia de Santa María del Azogue.
 También podemos ver en muchas iglesias de esta comarca la imagen de San Juan el Precursor, y Bautista, pues él fue quien  bautizó a Cristo. Se nos muestra de niño o como adulto, con el Cordero Divino "Agnus Dei", que está a su lado, o en sus manos, y otros atributos que le son propios como la concha de bautizar.
Colinas de Transmonte.
Santa Colomba de las Carabias.
Arrabalde.
Calzadilla de Tera.
Bretocino.
Arrabalde.
Quiruelas de Vidriales.
San Juan el Nuevo.
Santa Colomba de las Carabias.
 A destacar también algunas pinturas relacionadas con el tema, como las que podemos ver en Benavente en la iglesia de San Juan del Mercado. Se trata del Bautismo de Cristo que se encuentra en el ábside central.
Benavente. Bautismo de Cristo. Ábside iglesia de San Juan del Mercado.
Detalle de la pintura anterior.
 También el sacerdote utiliza el hisopo con el que recoge agua del aguamanil, o calderillo, para asperjar y bendecir a personas u objetos, en la iglesia. Todavía se hace en funerales y en otros momentos religiosos, más o menos solemnes. Y es que es creencia y tradición que el agua, además de limpiar, sana y purifica. No otra cosa se pretende en los oficios del Sábado Santo. Tras la bendición del fuego, elemento también purificador, el sacerdote bendice el agua, que los creyentes llevarán a sus hogares, en la creencia de contar con los favores de tal bendición.

Benavente. Personas cogen agua el día de Sabado Santa. Iglesia de Sta. María.
Pero además de pilas, aguamaniles e hisopos, el agua se utiliza, junto con el vino, con el que se mezcla, en algún momento, durante la celebración de la Santa Misa.
En esta comarca entre ríos se conservan en las iglesias de algunos pueblos, además de pilas de bautismo o de agua bendita, esculturas o pinturas de algunos santos cuya leyenda tiene relación con el agua, como San Cristóbal. 
Benavente. Iglesia Sta. María. Pintura mural de S. Cristóbal.