viernes, 9 de diciembre de 2016

Benavente: Convento de San Bernardo. Imágenes del pasado.






A la derecha los dos conventos. Paisajes españoles, 1966.
El convento, la huerta y las torres de S. Andrés y Renueva (F. A. CEB).
Es el más antiguo, por su fundación, de cuantos han existido en Benavente. Se remonta al siglo X, pues hay documentos, de aquella remota y oscura época, que ya hacen referencia a este Monasterio de la Orden de San Bernardo. Primitivamente estuvo en Santa Colomba de las Monjas, que de él tomó el nombre y después pasó a Benavente. 
Todos los monasterios y conventos de Benavente, salvo el de los Jerónimos habían sido fundados antes de que la familia Pimentel se instalara en Benavente. Pero el paso del tiempo y los acontecimientos, en especial las guerras, dieron ocasión  a los condes para intervenir en ellos  en sus momentos más críticos.
EL MONASTERIO CISTERCIENSE DEL SALVADOR fue fundado en el año 1181 en el término de Santa Colomba, hoy llamado “de las Monjas”, por una extensa familia de la zona, de la que formaba parte Doña Teresa Pérez, abadesa del Monasterio de Gradefes (León), del que salieron las cinco monjas que formaron la comunidad inicial.
Los enfrentamientos con los vecinos de Santa Colomba y con el Concejo de Benavente, así como la presencia de las tropas con ocasión de los dos sitios sufridos por Benavente en tiempos del Duque de Lancaster y de Juan II, son algunas de las causas por las que las religiosas solicitaron al Capítulo General de la Orden del año 1563 su traslado a una ciudad, tal y como decretó el Concilio de Trento que se hiciera por motivos de seguridad.
Pese a que tenían ofertas de otras poblaciones, el VI Conde Don Antonio Alonso Pimentel, ofreció los medios para que se trasladaran a Benavente, aunque fue la aportación de Doña Luisa Vázquez de Hiebra, religiosa de la Comunidad, la que permitió que se iniciara el traslado.
Debido a  que había que construir el convento, el Conde autorizó la instalación provisional de la comunidad en el Hospital de la Piedad, en el que estuvieron desde 1585 hasta el final de las obras.  El nuevo convento se instaló en una huerta junto a la iglesia de Santa María de Renueva, que sirvió de capilla hasta que en el siglo XVIII las monjas hicieron una propia.
Parcialmente destruido el convento por los franceses, fue reconstruido entre los años 1814 y 1816, volviendo entonces las monjas, que permanecieron en él hasta 1976,  año en el que se trasladaron al actual.  (Hidalgo Muñoz, Elena. Más Vale Volando. Por el Condado de Benavente. Catálogo de la Exposición conmemorativa del VI Centenario de la creación del Condado, pag. 37. Benavente, 1998).
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Por algunas de las imágenes que se conservan del este antiguo convento en Benavente podemos ver cómo era el al antiguo edificio, junto a la torre de la iglesia de Renueva, su huerta y también algunas otras salas o dependencias del mismo.
Fachada principal con la puerta de entrada.
 Junto a la iglesia estaba el convento (F. J. Cachón).
Resto de la antigua muralla, y muro o cerca del convento en la Avda. el Ferial.
D. José Muñoz Miñambres escribió y publicó en los años 70 varios fascículos sobre los monumentos antiguos y artísticos de Benavente. Y uno de ellos está dedicado a este convento. Cuenta sus orígenes y fundación, su ubicación en Santa Colomba de las Monjas, así como el momento del traslado a Benavente. También sobre las vicisitudes por las que tuvieron que atravesar, tanto las monjas como el edificio, hasta la destrucción del mismo. Ilustra el texto con algunas de las imágenes que publico aquí.
Fascículo dedicado al convento. Año 1970.
Sobre Benavente dice que el convento se construyó al lado de la iglesia de Renueva, intramuros, y en un terreno dedicado a huerta en los arrabales de la antigua villa, huerta que pasó a ser utilizada por las monjas, lo mismo que la iglesia en la que celebraban  su culto las religiosas, respetando siempre el derecho del párroco y los feligreses.
Las monjas disponían, no obstante, del coro alto y de una capilla cerrada con reja, junto al altar de Santa Lucía.
Lo que en principio fue fácil de llevar se complicó con el tiempo, haciéndose muy difícil en la vida parroquial el compaginar el horario de cultos de una parroquia con el horario estricto de una comunidad de clausura. Y con el tiempo la separación fue inevitable, celebrando cada institución sus cultos y actos religiosos en lugares distintos. Las imágenes siguientes proceden de un álbum de fotos que, en cierta ocasión, pude ver.
Locutorio del convento.
Coro y del convento. A la izquierda el órgano. F. Testera, año 1957.
Reja del antiguo convento.

Zaguán  del convento. Año 1974. 
 Las fotografías siguientes son copias de las que aparecen publicadas en el fascículo de D. José Muñoz Miñambres. Nos muestran dependencias del convento, así como algunas de las actividades que realizaban las monjas.
Puerta de entrada al convento.
Grupo de monjas en el patio o huerta.
El comedor o refectorio.
Sala de reuniones.
La huerta, y al fondo el edificio principal del convento.
Lsa monjas, además de hacer dulces, cosían y elaboraban prendas de vestir.
Monjas recogiendo fruta de un árbol.
Monjas reunidas en el patio o huerta.
Locutorio o capilla privada del convento.
Este convento, lo mismo que el de Santa  Clara, después de varios siglos de existencia fue deteriorándose, tanto en su construcción, como en la actividad que en el mismo se desarrollaba. Debido a esto y a la falta de atención y reparaciones necesarias en el edificio, terminó siendo destruido en la década de 1980. El lugar que ocupaba se urbanizó con nuevos y elevados edificios de viviendas, nuevas calles y otras infraestructuras y servicios a los ciudadanos, como la Estación de autobuses.
Ronda de San Bernardo, lugar en el que se encontraba el convento.
La huerta del convento llegaba hasta la actual estación de autobuses.
Por la venta del edificio y demás espacios que ocupaba el convento las monjas consiguieron un dinero que les permitió construir un nuevo edificio a las afueras de la ciudad, en este caso, en la carretera de Villanueva de Azoague, no lejos del pueblo, ni tampoco de Benavente.
El nuevo convento del Salvador en la carretera de Villanueva de Azoague.