martes, 4 de abril de 2017

Refranes aplicados al mes de abril.




“Por abril, aguas mil”, dice éste y otros muchos refranes. Con frecuencia en este mes se producen tormentas y, por estas tierras, no faltan heladas y días fríos, que dan la impresión de que el invierno aún no ha pasado. Todo ello, principalmente las lluvias, contribuirá a que haya buenas cosechas. Pero son más, si duda alguna, los días primaverales que hay a lo largo del mes. Los árboles se cargan de hojas y de flores y todo se llena de verdor.
Respecto al campo, es el momento de eliminar las malas hierbas antes de que germinen sus semillas; de abonar las tierras, si aún no se ha hecho; y de sembrar algunos productos de la huerta y muchas especies de flores.
Los  días duran más y por lo tanto se disfruta de más horas de sol y de luz, lo que, unido a una mejor temperatura, contribuye a que se empiece a disfrutar de la naturaleza.
La lluvia y las temperaturas elevadas durante este mes es una mezcla perfecta que produce gran  actividad en la naturaleza, en general, y en particular en los campos de cultivo, sobre todo los cereales, que crecen de forma importante durante este tiempo. Y es que la lluvia es vital, tanto en cantidad, como en días de precipitación durante el mes, y más si se produce en forma de chubascos y se combinan con abundantes rayos de sol. Las plantas lo aprovechan…
 Pero durante el mes puede pasar de todo, desde el sol y temperaturas elevadas, a traicioneras y tardías irrupciones de frío, tormentas, granizo o incluso algún episodio de calor tempranero…
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También abundan los refranes referidos a este mes, muy diversos y variados, según las regiones y a veces también según las ciudades o los pueblos.
A abril desearle por lluvioso y temerlo por vil.
A abril alabo, si no mueve el rabo.
Abre abril las puertas del Santo Rocío y no abras las del frío.
A vos todo el año y a mi abril y mayo.
Abril, abril, de cien en cien años debieras venir.
“Abril abrileño, de ciento, uno bueno” y la vieja que lo decía tenía ciento uno, y no conoció ninguno.
Abril, aguas mil, si no al principio, al medio o al fin.
Abril, aguas mil y en mayo, tres o cuatro.
Abril aguas mil, cernidas por un mandil.
Abril, bocadillos y dormir.
Abril carda la lana y mayo tiene la fama.
Abril concluido, invierno ido.
Abril, el del buen dormir.
Abril entoldado y poco mojado.
Abriles buenos y buenos hidalgos, muy escasos.
Abriles, hasta los veinte; veranos hasta los treinta; otoños  a los cincuenta; e inviernos desde los sesenta.
Abril es lluvioso y señoril.
Abril es un embeleso, si trae pan y queso.
Abriles y caballeros, de ciento sale uno bueno; pero el que es bueno, de verdad es bueno.
Abriles y caballeros, ninguno bueno, o pocos buenos.
Abriles y caballeros, todos son traicioneros.
Abril, cara de beato y uñas de gato.
Abriles y señores, poso hay que no sean traidores.
Abril, abril, de cien en cien años debieras venir.
Abril frío, mucho pan y poco vino.
Abril frío y mojado, hinche el granero y harta el ganado.
Abril hace las puertas cerrar y abrir, y a los cochinos gruñir.
Abril hueveril.
Abril llovedero, llena el granero.
Abril llueve grano, y paja mayo.
Abril lluvioso y mayo ventoso hacen el año florido y hermoso.
Abril lluvioso, mayo pardo y junio claro, valen más que los bueyes y el carro.
Abril mojado, bueno para los trigos y malo para los gusanos.
Abril mojado, malo en la huerta y bueno en el campo.
Abril no es padre; que es compadre.
Abril para los hombres llueve grano; y paja para las bestias mayo.
Abril, para ser abril, ha de tener aguas mil.
Abril que sale lloviendo, a mayo llama riendo.
Abril, sácala a descubrir.
Abril siempre fue vil, que al principio, que al medio, que al fin.
Abril siempre será ruin, al entrar, o al salir, o al medio, por no mentir.
Abril y mayo, la llave de todo el año.
Abril sin granizo, Dios no lo hizo.
Abril sonriente, de frío mata a la gente.
Al final de abril, en flor la vid.
Al principio o al fin, abril suele ser ruin
Buenos amigos y buenos abriles, uno entre miles.
Busca pan para mayo y leña para abril, y échate a dormir.
Cuando abril truena, noticia buena.
De la abeja y de la vaca, en abril muere la flaca.
Dice mayo a abril: aunque te pese, me he de reír.
El buen cepón para marzo lo compón. La vieja que bien lo entendía, para abril lo componía.
El enjambre de abril para mí; el de mayo para mi hermano; el de junio para ninguno.
En abril aguas mil, en mayo tres o cuatro.
En abril cada gota vale por mil.
En abril no se ha visto granizada a que no siga la nocturna helada.
En abril, espigado; en mayo, granado; en junio, segado; en julio, trillado y en agosto en camarado.
En el mes de abril harás quesos mil; en el mes de mayo tres o cuatro.
Entra mayo y sale abril; cuán floridito le vi venir.
Hasta que pase abril, no aligeres el vestir.
Las mañanas de abril dulces son de dormir, y las de mayo de sueño me caigo.
Los años que vienen buenos, por abril lo anuncian truenos.
Lo que abril riega, junio lo seca.
Marzo ventoso y abril lluvioso, sacan a mayo florido y hermoso.
Ni abril sin flores, ni juventud sin amores.
Nunca vi abril que no fuera ruin, ora al entrar, ora al salir.
Pan para mayo y leña para abril, y el mejor capón para mayo lo compón.
Para ver un buen abril cien años has de vivir; la vieja que lo decía tenía ciento uno y no conocía ninguno.
Sale marzo y entra abril, nubecitas a llorar y campitos a reír.