sábado, 25 de febrero de 2017

Refranes de San Matías.


San Matías, como apóstol, con el libro. (F. Wikipedia)

Ayer, 24 de febrero, se celebró la fiesta de San Matías, uno de los santos más destacados de este mes en el santoral cristiano. Y no sólo por su biografía y leyendas en torno a él, sino también por el número de refranes en los que se le menciona. Y es que se trata ya de finales del mes, de un mes más corto que los demás, pues tiene 28 días, excepto cuando el año es bisiesto que tiene 29 y los cambios en el tiempo y la meteorología son palpables, pues la primavera está ya cerca.
San Matías fue discípulo y luego apóstol de Jesús en substitución de Judas. Según la Leyenda Dorada de S. de la Vorágine, fue el encargado de evangelizar Judea.
Viste túnica y palio como los demás apóstoles y sus atributos son diversos, entre ellos un libro en su mano. En el arte medieval, lo vemos con una cuerda al cuello o en las manos, piedras o dos grandes clavos. A partir del siglo XV con una lanza; y a veces un hacha o alabarda.    
Pintura, s. XIV, Mueo arte Cataluña.
                       
Hay también otros santos que cuentan con refranes en este mes, aunque no con tantos como los que tiene  San Matías.
El verano de San Matías reina cuarenta días.
Pasó San Matías por el garbanzal; ni lo vio nacido, ni por sembrar.
Por San Matías, entra el sol por las umbrías; pero no por las más frías.
Por San Matías se van los tordos y vienen las golondrinas.
 Por San Matías, Marzo al quinto día.
Por San Matías, cantan los pájaros sus gallardías.
Por San Matías, se igualan las noches y los días.
Por San Matías, igualan las noches con los días, y dice la oveja al pastor: “Sácame de este rincón y llévame a un carasol”.
Por San Matías, tanta noche como día.
Por San Matías aparta las horras de las parías (o aparta las vacías).
Por San Matías, la  seda se aviva.
Por San Matías, pega el sol por las ombrías, y a las tres semanas, por ombrías y solanas.
Por San Matías, ¡quién juntara las muertas con las vivas!
Por San Matías, sácame de esta solana y llévame a aquella umbría, y me darás un buen día.
Por San Matías, tan largas son las noches como los días.
Por San Matías, tanta noche como día.
San Matías, aparta las vacías.
San Matías y el carnaval, andan a la par.
San Matías y el Carnaval andan a porfía.
San Matías iguala las noches con los días; entra el sol en las umbrías, y cantan las gollorías; y dice la oveja al pastor: “Méteme entre trigos y viñas, y si no crío buen cordero, rómpeme las costillas.
San Matías, marzo al quinto día; igualan las noches con los días y cantan los pájaros sus gallardías.
San Matías las fiestas avía.
Si hace viento por San Matías, hace viento cuarenta días.


martes, 21 de febrero de 2017

Benavente: Ruinas y restos arqueológicos.



Silo del Convento de Sta. Domingo. Calle Claudio Rodríguez.
Resto del antiguo puente romano en la vega del Esla, no lejos del río.
  En muchas ciudades, al pasear por su calles, nos encontramos con ruinas, restos de edificios arruinados o destruidos por diversas causas, unos por el paso del tiempo, otros debido a guerras, expolios, desamortización, abandono, etc. Ocurre, con frecuencia, que muchas de estas ruinas están consolidadas, restauradas en lo posible y sirviendo de recuerdo y adorno de  plazas, calles, jardines, etc. De ordinario estos restos conservados in situ corresponden a edificios importantes desde el punto de vista arquitectónico, histórico, artístico o arqueológico.
 Personalmente tengo que decir que me agrada contemplar este tipo de ruinas y de casi todas las que he visto conservo testimonios gráficos. Pero no es lo mismo ver las ruinas en un libro o en fotografías que poder contemplarlas en su lugar, tal como estaban y tal como las vieron los que hicieron lo posible por su conservación. Aunque sean ruinas o restos, son y representan algo relacionado con la historia de la ciudad, que contaba, en tal o cual época, con tales edificios.
  En algunos lugares se podrían haber contemplado ruinas, o restos, correspondientes o pertenecientes a edificaciones de todas las épocas de la historia, desde la época prerromana, romana, medieval, y de estilo románico, gótico o  de siglos posteriores, incluso del siglo XX, que para algunos también tendría interés.
 Y luego también, en las mismas ciudades o en su entorno, se podrían ver, si fuese posible, algunas ruinas interesantes de ese otro tipo de edificios o monumentos como, puentes, ermitas, murallas, fuentes, palomares, molinos, etc. Con las ruinas también se puede disfrutar, al menos se las ve y se las puede valorar. Y pensar en su antigüedad, en el momento de su historia o acontecimiento, en el tipo de construcción, etc. No ocurre así cuando se las hace desaparecer.
 Una de las ciudades en las que, últimamente, más ruinas y restos se están consolidando, y manteniendo in situ, es Astorga, pero no es para menos, pues tuvo gran importancia en la época romana, como convento jurídico que fue y capital de  provincia. Allí, en Astorga, piedras, cimientos, murallas, restos arqueológicos de casas, termas y cloacas de época romana, se pueden ver en algunas de sus calles o plazas. Y también de otras épocas.
 Pero, sin ánimo de comparar, quiero referirme hoy solamente a Benavente que, aunque no tenga la importancia de Astorga desde el punto de vista arqueológico e histórico, sí hubiesen tenido los ciudadanos la posibilidad de contemplar ruinas importantes en algunas de sus calles, plazas o paseos, si se hubiesen conservado o consolidado.
 Y no me refiero a los edificios completos: conventos, iglesias, casas, que, con la disculpa de su mal estado o del mal estado de algunas de sus dependencias, fueron destruidos totalmente para construir bloques de viviendas, sin dejar de ellos absolutamente nada que fuese interesante desde el punto de vista arquitectónico o artístico: algún muro testigo o pared, puertas, ventanas, fachadas, torres, etc que con la debida consistencia y reparación se podían haber integrado dentro de la nueva construcción. Dejar in situ algún resto de dichos edificios hubiese sido un enorme recuerdo y memoria para la historia de la ciudad.
Destrucción del antiguo edificio conocido como Casa del Tinte.
Destrucción de lo que quedaba de la cerca o muralla en el Ferial.(f. J. Cachón)
Pero esto ya no será posible. Como tampoco fue posible, parece ser, mantener algún resto de las ruinas y cripta del convento de San Francisco, que, hasta hace no muchos años, se conservaban. Convento que tuvo gran importancia en la ciudad, lo mismo que el de San Jerónimo, en la carretera de León, y el de Santo Domingo en el centro de la ciudad, en los que todavía existen y se conservan algunas ruinas de interés
Bodega o cripta del Convento de San Francisco.
Resto del convento de Sto. Domingo detrás del actual teatro. 1989.
Yesería de la iglesia del convento sobre  una puerta de entrada al teatro actual.
  Como ejemplos de conservación de ruinas o restos de edificios o monumentos, integrados en una nueva construcción o urbanización, como ocurre en otras ciudades, en Benavente solamente tenemos el Torreón del antiguo Castillo de los Condes y la Espadaña de la ermita de San Lázaro en el Centro de Transportes. A esta quiero referirme, de modo especial, por los años que tuvo que aguantar su deterioro, esperando su destino definitivo, que era la destrucción total, si no se hubiese actuado. La sensibilidad de algunas personas ante el patrimonio y su defensa y protección ha conseguido que, lo que queda de la Espadaña de la Ermita, se pueda  ver, adornando y embelleciendo la rotonda. 
Restos de la ermita de S. Lázaro.
Espadaña conservada de la ermita de San Lázaro.
 Otro tipo de restos o ruinas que se ven en muchas ciudades son los procedentes de excavaciones arqueológicas. En Benavente tampoco se les ha prestado atención. Porque ¿Qué ocurrió con el castro de la Edad del Hierro de la Sinoga? ¿donde fueron a parar sus restos excavados y sus hallazgos?  Nada de ello se puede ver ya, ni se llevó a cabo el museo monográfico sobre dicha excavación en un local de las escuelas. Y todo ello a pesar de ser varias las campañas de excavaciones, debidamente presupuestadas, y mucha la información obtenida.
Hallazgo durante la excavación del yacimiento de  La Sinoga.
 Otro tanto podemos decir de las excavaciones realizadas en la Mota Vieja, con motivo de la construcción del aparcamiento. ¿Cuándo los ciudadanos podrán ver los planos y hallazgos de dichas excavaciones?. Se habló de mantener in situ y sin alterar un antiguo pozo medieval encontrado en perfecto estado, pero al final todo quedó sepultado o destruido.
Una parte de la excavación realizada en la Mota Vieja.
Excavación en la Mota Vieja.
Pozo encontrado en la excavación de la Mota Vieja.
Pozo en la calle de Sta. Cruz al derribar un edificio.

Excavando en los jardines de la Mota cerca del Parador.
Piso hallado en los jardines de la Mota, posible patio antiguo castillo.
  Y podríamos recordar los restos de la antigua muralla medieval de la ciudad, descubiertos cerca de la denominada Puerta del Sepulcro, conocida también como de Astorga y en la Puerta de Santa Cruz. Tampoco fue posible conservar el lienzo de muralla como testigo del pasado y de la historia. Lo  mismo que el retso de muro del antiguo edificio de la Encomienda descubierto en las excavaciones realizadas en el patio de la iglesia de San Juan del Mercado.
Resto de muro del antiguo edificio de La Encomienda de San Juan.

Hallazgo al derribar edificio....en la calle Herreros.
...Resto de muralla junto a antigua puerta de Astorga.
 Algunos de estos restos se podían haber consolidado y mantenido en su lugar sin impedir la construcción de los nuevos edificios. Es cosa normal, por lo que se puede apreciar en otras ciudades y pueblos, en donde la defensa del patrimonio es patrimonio de todos. Pero en Benavente nada de esto ha sido posible.
 Los amigos del Patrimonio son amigos de las ruinas, de la conservación y mantenimiento de algunas de ellas, lo cual no impide el progreso y desarrollo de las ciudades, ni su urbanización, sino, al contrario, contribuye a una mayor revalorización de las mismas. ¿Qué objeto tendrían algunas rutas turísticas si las ruinas no se hubiesen conservado y revalorizado? Cuando visitamos algunas ciudades o países, conocemos la historia de los pueblos y civilizaciones, que en ellos habitaron, a través de ruinas o restos de gran valor, que sobre ellos se nos muestran. ¿Por qué no dar valor y proteger también algunas ruinas, aunque sea en Benavente? Ojalá que todo cambie en el futuro en esta ciudad y que los dirigentes políticos sean más sensibles hacia estos temas, que los respeten y valoren y sean conscientes de que se puede conocer más y mejor la historia y el arte de la ciudad, incluso contemplando algunas de sus ruinas.


                                                                        




     
 

domingo, 12 de febrero de 2017

Castrogonzalo: La bodega de Fulgencio.


Vista general de una parte del pueblo. El depósito de agua en lo alto del Gurugú.
Castrogonzalo es uno de los pueblos cercanos a Benavente que, por su situación estratégica y otros motivos,  es digno de ser visitado. Situado en un altozano, en donde existió un antiguo castro, Castrum Gundisalvum, se  puede ir para ver, contemplar, y admirar desde el pueblo, sus vistas o paisajes, los que nos ofrece la amplia vega del Esla, que desde él se divisa hacia el noroeste  y las extensas llanuras hacia el sureste que llegan hasta la tierra de Campos.
También se puede visitar el pueblo, su iglesia, casas solariegas de ladrillo y con escudos, que aún se conservan, e incluso algunas construidas con tapial o adobe, que todavía se mantienen también en pie. Lo mismo que sus palomares, ahora menos de los que había antiguamente…Y últimamente hasta los grafitis de Parsec se han convertido en un atractivo para acercarse al pueblo…
La iglesia también en lugar elevado, con buenas vistas alrededor.
Una de las casas antiguas con escudo, y llamativos balcones.
En un jardín del pueblo conservan esta campana.
Por todo el pueblo, y a sus afueras, se pueden ver los grafitis de Parsec.
Tampoco hay que olvidar las fiestas del pueblo que se celebran con toda solemnidad y  a las que acuden muchos vecinos que, por motivos diversos, se encuentra fuera. 

Celebración religiosa en una de las fiestas más importantes, San Roque.
Procesión con el santo por las cercanías de la iglesia.
También los quintos celebran mucha fiesta.
Se bendicen los animales a las puertas de la iglesia...
...Y se corren las cintas con los caballos.
Pero también podemos ir de bodega a Castrogonzalo, costumbre ésta muy común y corriente en muchos pueblos de Castilla y León. Todavía se conservan algunas  con su antigua construcción, o reformadas, en algunas calles del mismo pueblo. Una de ellas es la de Fulgencio Crespo que, aunque hace años que falleció, sus amigos aún siguen con la tradición de celebrar la merienda-cena, cada cierto tiempo, en su bodega. Y lo mismo hacen sus hijos y los amigos de sus hijos.  Y es que ir de bodega,  para Fulgencio, era como un rito a celebrar, no exento de ceremonial  y que había que cumplir en el presente y en el futuro.
 Los que en la actualidad van a su bodega  lo consideran algo heredado, y  que además es un lugar adecuado y propicio para el recuerdo. De hecho por allí se ven además de fotos, otros recuerdos y útiles relacionados con la cocina y para preparación de las comidas. Fulgencio hacía de anfitrión y presidía la reunión, atendiendo siempre bien a los invitados.
 Su bodega  se encuentra en lugar céntrico del pueblo, no lejos de la plaza del Ayuntamiento. Y es una de las varias que hay y que continúa en actividad. No era muy profunda, pero sí digna de ver, al menos su antigua construcción. Con el paso del tiempo, las lluvias y otros incidentes causaron daños en ella  y tuvieron que hacer las reparaciones  oportunas.
Las meriendas se celebran actualmente en la caseta que tiene en la parte que da  a la calle. Allí se dispone de una antigua cocina para leña y también de una más moderna que funciona con  gas. También de un armario y alacena para los platos y demás.

Bodega de Fulgencio. El pote con agua junto a la lumbre del hogar.
Imagen del pasado. A la derecha Fulgencio, el anfitrión, con sus amigos.

Otro día de bodega con el jamón presidiendo el acto...
Aquí se trata de congrio con patatas. A la izquierda, el cocinero.
En este día se comió pollo de corral..
Cada día hay alguna novedad, incluso en el postre...
Todos miran para el fotógrafo menos uno que está entretenido...
Bacalao.
Pollo de corral...
Cazuelas sobre la cocina con la comida ya preparada.
Tampoco falta una buena ensalada...
En Castrogonzalo saben todos muy bien lo que ocurre en sus bodegas, también en esta a  la que todos conocen y siguen llamando la de Fulgencio, a pesar de haber fallecido hace ya varios años. Y es que hay personas que dejan huella, más que otras, y seguro que así será durante muchos años más, al menos mientras su grupo de amigos, sus hijos y los amigos de sus hijos, sigan acudiendo allí,  para merendar o cenar y también  convivir durante unas horas. Todo es necesario en la vida. Así lo pensaba, y deseaba a todos siempre, Fulgencio. Y todos sus amigos también. De hecho le acompañaron hasta el último momento de su vida, como pude captar con mi cámara.

 Castrogonzalo merece, por lo tanto, una parada para todos los que gusten de viajar y conocer lo que de novedoso y llamativo hay en las pequeñas localidades. Y, como se suele decir, además de parada, también fonda. De hecho cerca del pueblo están los Paradores con hoteles y otros servicios. Y, si coincide, la fonda se puede sustituir por la bodega, pues hay varias en activo y en las que, además de degustar buenos platos y también vinos, se practica la convivencia y la amistad, tan en desuso en la actualidad.